Si te sientes confundido o perdido, probablemente necesites comenzar a concentrarte en ti mismo ahora mismo. Una de las mejores maneras de hacerlo es sentarse solo y orar a Dios. Aquí hay algunas oraciones que pueden mejorar tu jueves por la mañana y darte la motivación que necesitas.
Aquí Hay Oraciones Edificantes Para El Jueves
-Querido buen padre, en la mañana de este jueves me presento ante usted y me inclino ante su majestad. Te ruego que me permitas tener los sentidos, los ojos y los oídos agudizados para que pueda escuchar y ver las palabras y las acciones de tu Espíritu. Déjame entenderte completamente.
-Querido Buen Padre, quiero que purifiques mi espíritu. Dame tu sabiduría y revélate a mí, para que pueda estar más hipnotizado por tu grandeza. Quiero saber que mi llamado y oración hacia ti no es en vano y me estás escuchando.
-Querido Buen Padre, este jueves te doy todo el día, y te ruego que estés conmigo durante todo el día en todo momento. Nunca permitas que olvide tu presencia ni la descuide. Quiero que me permitas seguir tu ejemplo dondequiera que vaya hoy.
-Querido buen padre, si puedo obtener aunque sea una pequeña porción de su sabiduría y conocimiento divinos, me consideraré bendecido por usted. Nunca más dudaré de las decisiones que tomo o de las actividades que realizo. Podré experimentar tu mano en todo lo que me rodea.
-Querido Buen Padre, soy tu hijo. Constantemente necesito tu crianza. A lo largo del día, independientemente de las decisiones que tome, incluso las más pequeñas, quiero que le muestres todo tu apoyo y afirmación. Solo entonces puedo estar completamente seguro de que no estoy haciendo nada malo.
-Querido Buen Padre, eres el mejor padre que un niño podría pedir. Esta mañana también te pido que seas mi guía y me muestres el camino. Tu palabra es la final, y contigo a mi lado, nunca me dejaré llevar.
-Querido buen padre, mientras miro a mi alrededor en esta hermosa y brillante mañana de jueves, me siento muy agradecido con usted y me gustaría agradecerle por bendecirnos con otro día en su mundo. Todo a mi alrededor es tan hermoso y parece llevar tu palabra.
-Querido Buen Padre, la vida en los tiempos modernos está fuera de control. Todo el mundo está demasiado ocupado y no hay tiempo para la soledad y la oración. Te ruego que me dejes tener un poco de paz hoy mientras me siento y te oro. Debo reducir la velocidad, hacer una pausa y reflexionar.
-Querido Buen Padre, quiero experimentar tu santa presencia en mi vida todo el tiempo con mayor claridad. Ayúdame a ver a través de ti y apreciar que eres una parte integral de mi vida. Déjame ver la belleza en ti y tu creación en todo el mundo.
-Querido Buen Padre, en este día de la semana quiero descansar en ti, por completo. Quiero tener fe en ti, el tipo de fe que nunca pueda ser cuestionada por mí ni por nadie más. Déjame saber que siempre estás ahí como mi guía y mentor.
-Querido Buen Padre, esta mañana solo te ruego que hagas del jueves un muy buen día. Bendíceme con sabiduría y bondad y quédate conmigo y me dispongo a gobernar el día. Ayúdame a superar mis momentos difíciles y a enfrentar los obstáculos que encuentro.
-Querido Buen Padre, con la violencia y la crueldad que azotan al mundo, te ruego en esta mañana que calmes nuestros corazones y nos des la paz. Dejemos que nuestros corazones sean amables y afectuosos con las personas con las que nos encontramos en nuestra vida diaria y propaguemos solo amor, no odio.
-Querido Buen Padre, dame valor y paciencia durante todo el día para que pueda trabajar con tranquilidad y no perder los estribos. Me encontraré con diferentes tipos de personas a lo largo del día. Dame el conocimiento y la fuerza para tratar con ellos, en consecuencia, sin portarme mal innecesariamente con nadie.
-Querido Buen Padre, cualquiera que entre en contacto conmigo debe poder sentir tu presencia en mí. Debo poder dar esa vibra de amor que he adquirido de ti. Tus enseñanzas son mi apoyo y debo poder difundir tu palabra.
-Querido Buen Padre, bendiga esta mañana de jueves. Bendice cada tarea y responsabilidad que estoy a punto de emprender para que pueda estar seguro de mi éxito. Incluso si me enfrento al fracaso, nunca dejes que eso me deprima y me dé el poder de recuperarme.
-Querido Buen Padre, a lo largo del día necesitaré gracia y confianza para pasar. Estas cualidades pueden ser incorporadas en mí cuando las recibo como una bendición de tu Espíritu Santo. Ayúdame enviando a tus ángeles delante de mí. Te pido que estés conmigo.
-Querido Buen Padre, nunca podré alabarte lo suficiente por tu grandeza y bondad. Bendice no solo este día sino también la noche. Constantemente quiero expresar mi gratitud por todo lo que has hecho y sigues haciendo por mí. Rezo para que nunca me dejes.
-Querido buen padre, todo lo que pido esta mañana es que me abrace más cerca de usted. Mantente en estrecho contacto conmigo para que nunca sienta que no tengo a quién acudir. Trabaja a través de mi alma y transfórmame para que pueda ser más como tú.
-Querido Buen Padre, bendíceme de alguna manera para que dé buenos frutos. Guárdame lejos del mal. Que mi trabajo y actividades sean de gloria y que duren por más tiempo. Todo lo que digo o hago, lo hago en nombre de tu poder y gloria.
-Querido Buen Padre, cuando termine mi jueves y me vaya a la cama a descansar, bendíceme con paz y consuelo para que mi cuerpo descanse y se sienta renovado cuando me despierte mañana. Que las preocupaciones de mi día no interfieran con mi buena noche de sueño.
-Querido Buen Padre, no es que no te necesite cuando estoy durmiendo. Vene entonces, deja que tus palabras lleguen a mis oídos. Dame buenos sueños y déjame comprender adecuadamente el verdadero significado de ellos. Háblame cuando me sienta angustiado y confundido, y consuélame.
-Querido Buen Padre, sé que escucharás mis oraciones y me guiarás y me consolarás a lo largo del día. Le doy mis saludos y agradecimiento por hacerlo, de antemano. Gracias por estar cerca de mí y ayudarme en los momentos que más te necesitaba.
-Querido Buen Padre, quisiera darle las gracias por mi familia. Es justo como yo quería: me apoyan, me aman y me cuidan y me aman incondicionalmente. Protégelos y cumple también sus deseos. Bendícenos a todos y déjanos tener fe en ti.