A diferencia de nuestras enfermedades físicas, la enfermedad mental nunca es visible para nosotros. La mayoría de nosotros ni siquiera entendemos si lo sufrimos. La situación puede ser preocupante, pero siempre debemos recordar que Dios nos salvará. Orar al Señor Todopoderoso trascendentemente por nuestras almas nos sanará.
Aquí Hay Oraciones Edificantes Para La Curación Mental
-Querido Padre, la mayoría de la gente solo habla de la importancia de preservar nuestros cuerpos mortales, pero nunca recordamos el cuidado de nuestra mente. En nuestra mente se suceden frecuentes batallas que sólo dan lugar a confusión y rabia. Ayúdanos a recuperarnos de nuestras heridas y pelear estas guerras con valentía.
-Dios mío, algunos días en nuestras vidas son difíciles de pasar con todas las luchas que hay dentro de nosotros. Dondequiera que miremos, la oscuridad y el estrés nos persiguen y no encontramos forma de escapar de ellos. Solo tú puedes ayudarnos a salir de esta situación.
-Oh Padre, nosotros que estamos enzarzados en una batalla constante contra nuestra mente, necesitamos de tus bendiciones para cobrar valor. Nunca podemos esperar ganar si no tenemos tu Espíritu pacífico como parte de nuestras almas. Entonces, nos inclinamos ante ti en oración y buscamos tu ayuda.
-Bendito Señor, hoy me encuentro luchando contra varias aflicciones que tratan de derribarme y debilitarme mentalmente. Tengo oscuridad creciendo dentro de mí, así que necesito que me ayudes. Tú eres el Señor de la misericordia, y te pido que respondas a mis fervientes oraciones.
-Oh buen Dios, eres eterno en nuestros corazones. Te pido hoy en nombre de las innumerables personas que luchan en lo más profundo de sus almas y mentes. Nuestra vida, regida por el consumismo, nos ha quitado la paz y nos sentimos impotentes. Protégenos de este desastre, Señor.
-Padre Amado, varios factores nos han puesto tan estresados y ansiosos que se siente como si tuviéramos cicatrices mentales. Seguimos cayendo en un pozo oscuro, y una vez que comenzamos a descender, no encontramos la manera de salir de él. Necesitamos tu misericordia sobre nosotros.
-Querido Señor, te rogamos que tú mismo nos alcances y nos rescates de este estado en el que nos sentimos desesperanzados y equivocados. Protégenos de que crezcan los sentimientos de ira y descontento en nuestros corazones que nos alejarán de llevar la vida ideal que queremos.
-Bendito Señor, da pureza a nuestra mente y paz a nuestro corazón para que podamos encender una esperanza que lo trascienda todo. Seamos capaces de tener confianza en tu graciosa presencia en nuestros espíritus que nos mantiene en marcha en todas las circunstancias y nos protege de ser engañados.
-Oh Padre Celestial, al igual que todo lo demás que es parte de tu poderosa creación, también necesitamos ser nutridos y rejuvenecidos de tus manos para que podamos florecer en nuestras vidas. Haz todo lo que se debe hacer para que lleguemos a ser personas más fuertes en la vida.
-Buen Dios, ayúdanos mientras nos preparamos para ser capaces de soportar la presión creada dentro de nuestras mentes. Capacítanos con resistencia contra cada estrés que la vida tiene para darnos. Bendícenos para que nunca seamos débiles, y nuestros espíritus siempre se eleven para trabajar para ti.
-Oh Padre, hoy te pedimos coraje y resiliencia. Bendícenos con tu Santa Palabra que nos hace confiar en tus poderes y en consecuencia nos hace sentir confianza en nosotros mismos. Saca provecho de todo lo que nos hace sufrir y ayúdanos a verlos en tu especial luz brillante.
-Señor todopoderoso, te ruego que nos lleves a todos a tu santa salvación. Creo firmemente que mientras sea parte de tu santo reino, ningún dolor me tocará jamás. Aunque me siento cansado y mi corazón llora hoy, nunca te defraudaré.
-Dios Santo, muchas personas en todo el mundo están constantemente tratando de superar sus heridas mentales y curarse a sí mismas. Están tratando de olvidar a alguien o algo que los lastimó y están aprendiendo el valor del perdón. Te pido que estés con ellos y los ayudes a tener éxito.
-Padre, la desesperación es tan difícil de evitar, y tiene un costo en nuestras mentes. Entonces, nos perdemos en una especie de desierto en el alma, y no podemos encontrar la manera de llegar a ti. Esperamos su promesa de bendecirnos con su esperanza y cariño.
-Querido Dios, nunca has abandonado a tus benditos hijos, y siempre has estado deseoso de tenerlos cerca de tu Ser divino. Estamos muy agradecidos de estar contigo porque con tu amor y ternura hemos sanado nuestros problemas mentales y nos sentimos seguros en tus brazos.
-Oh Padre Fiel, siento que estoy roto, y mi mente se ha hecho añicos. Te ruego que seas el Sanador que cura todas nuestras heridas y nos ayuda a recuperarnos con un mejor ánimo. Toca mis aflicciones con tus manos benditas para que mi corazón sane.
-Señor, tú eres consciente de cómo esta angustia en mi mente llega hasta lo más profundo de mi alma y destruye mi cordura. También sabes cómo se siente sufrir. Entonces, invoco tu simpatía, tu Espíritu benévolo, para que me cuide mientras me esfuerzo por mejorar.
-Buen Dios, te ruego que cuides de las personas que padecen diversas enfermedades mentales. Necesitan su guía y quieren que los dirija de la manera correcta y les diga dónde se equivocaron. Sé el Espíritu dichoso en medio de nuestra confusión y desesperanza.
-Oh Bendito Padre Todopoderoso, te ruego que nos liberes. Libéranos de la atadura mental que nos lastima constantemente. Creo que nunca querrás que seamos esclavos de nuestras emociones y pensamientos. Entonces, por favor, enséñanos cómo tener un fuerte control sobre nuestras mentes.
-Querido Padre, muchas personas quieren liberarse de las ataduras de los pensamientos que atormentan sus mentes. Si bien sienten que no tienen el poder suficiente, te ruego que seas su fortaleza y rompas las cadenas de pensamientos inútiles para que puedan moverse en la vida para hacerlo mejor.
-Oh Amado Señor, estoy siendo destruido mentalmente por los vicios negativos que me abruman y me vuelven embotado y cansado. Prefiero elegir tener dentro de mí la luz ardiente de tu amor y apoyo incondicional por nosotros. Ayúdame a sentir tu Espíritu dentro de mi alma atribulada.
-Señor Celestial, muchas veces, nuestras mentes siguen rugiendo violentamente como si hubiera una gran tormenta en el mar. Mis pensamientos se lanzan en direcciones aleatorias, y no encuentro el camino por el que debo ir. En estos momentos de duda, me acerco a ti y te pido ayuda.
-Querido buen Dios, te ruego que me guardes de ser golpeado por una ansiedad interminable que no me deja concentrarme en nada constructivo. Enséñame a mirar las cosas positivas de mi vida para nunca ceder a ninguna enfermedad mental que me desanime.
-Padre Amado, oro hoy por la estabilidad de mi mente y corazón. Enséñame a moldear mi mente de manera que recuerde seguir cada palabra que has dicho y seguir tus pasos para que nunca haya miedo, sin importar los terrenos que pise.
-Querido Señor, cada vez que mi mente está nublada y tengo cosas que compartir, te pido que seas mi confidente porque nunca podré compartir cosas con otros como puedo hacerlo contigo. Nunca me juzgarás, sino que me guardarás en tu Espíritu compasivo.
-Dios celestial, estos pensamientos permanecen constantemente atrapados en mi mente y no hay nada que pueda hacer al respecto. Entonces, los pongo ante ustedes y les ruego que los erradiquen. Nadie podrá comprender mi sufrimiento como tú lo harás, entonces, ¿en quién más puedo confiar más?
-Oh Padre Amoroso, hay muchas personas en mi vida, pero todavía me siento solo. Siempre parece que falta algo. Mientras miro dentro de mi alma, no encuentro ninguna señal de tu divina presencia, y entiendo que eso es lo que estoy buscando. Bendíceme con tu amor.
-Bendito Buen Dios, tu cariño incondicional me llega como un bálsamo reconfortante para el alma atribulada. La calma y la paz que encuentro en tu refugio no se encuentran en ningún otro lugar. Gracias por ser mi compañero y protector constantemente. Por favor, elimina todos los pensamientos negativos de mi mente.
-Padre todopoderoso, te pido que derrames tu infinita misericordia y completes mi alma. Quiero tu simpatía cuando estoy quebrantado, y quiero que me rescates de esta miserable situación. En todo momento, en cada situación, eres mi consuelo. doy gloria a tu nombre