50 Oraciones Edificantes Para Una Pronta Recuperación

Sufrir cualquier enfermedad puede ser muy agotador. Se requiere paciencia para seguir la corriente y concentrarse en mejorar gradualmente. Además, debemos rezar a nuestro Padre Protector, que siempre está ahí para ayudarnos a una pronta recuperación. Aquí hay algunas oraciones edificantes que pueden ser útiles.

Aquí Hay Oraciones Edificantes Para Una Pronta Recuperación

-Oh Señor Celestial, te ruego hoy mientras glorifico y exalto tu Santo nombre. Siempre has sido nuestro Sanador y nos has restaurado cada vez que te lo hemos pedido. Pido tu consuelo en estos momentos de mi vida cuando estoy enfermo y débil.

-Señor todopoderoso, mientras mi cuerpo trata de recuperarse, te ruego que me toques con tu poderosa gracia para que pueda sanar más rápido. Mi cuerpo ha sido devastado después de tanto sufrir, y te ruego que rejuvenezcas mi Espíritu para que pueda estar bien de nuevo.

-Querido Padre, mi cuerpo está pasando por una fase muy preocupante. Cada Célula de mis órganos necesita ser renovada de tus manos, y te pido que liberes mi cuerpo de todas las impurezas que ha estado albergando dentro de sí mismo. Haz que mi cuerpo y mi alma sean puros y completos de nuevo.

-Buen Dios, ¿a quién más puedo pedir paz y ánimo sino a ti, encarnación de la esperanza misma? Tu poder de curarnos es mágico y siempre nos has bendecido con él. Hoy, me inclino ante ti y te pido que tu milagro actúe en mi cuerpo.

-Bendito Señor, pido a tu Espíritu Santo que quite mis iniquidades y cure mi cuerpo enfermo. Mi apetito ha sufrido debido a esta enfermedad, y te ruego que lo restaures a la normalidad nuevamente. Toma cada dolor y erradícalo para que pueda sentirme mejor.

-Oh Señor, llena cada hueso y músculo de mi cuerpo con tu santa fuerza. Bendíceme para que mi cuerpo pueda volver a funcionar con normalidad y se resuelvan todos mis problemas de salud externos e internos. Siempre te he confiado todo, y por eso también te doy mi cuerpo.

-Dios celestial, esta enfermedad mental que crece dentro de mí supera cualquiera de los dolores físicos que he experimentado antes. Siento que me pongo muy sensible, por lo que humildemente me pongo en tus manos para que me ayudes a recuperarme. te doy toda la gloria.

-Querido buen Dios, sufro en silencio desde hace mucho tiempo, porque soy incapaz de expresarme y compartir mis problemas con nadie más en mi vida. No me siento seguro con nadie más que contigo, por lo que te pido que escuches mis fervientes oraciones.

-Amado Padre, no tengo idea de cuándo me recuperaré de esta enfermedad. El procedimiento es largo y nadie puede garantizar su éxito. Pero elijo mantener la fe en tu poderoso Espíritu, que siempre me ha protegido, y creo firmemente que salvará esta vez también.

-Padre, cúrame de esta enfermedad para que sea restaurado y pueda tratar de ver este hermoso mundo creado por ti bajo una luz nueva y más positiva. Mira sobre mi mente y protege mi cordura. Siempre he confiado en mi corazón que contigo nada es imposible.

-Bendito Señor Todopoderoso, a lo largo del proceso de mi recuperación, oro para que tu santa fortaleza y consuelo permanezcan dentro de mi Espíritu en todo momento, sin importar lo que pase. Con tu sabiduría en mi corazón, siempre seré capaz de pensar positivamente y nada podrá sacudirme para tener miedo.

-Querido buen Dios, te ruego hoy en nombre de las innumerables personas que sufren sin cesar y esperan recuperarse de su enfermedad. Oro para que la bendición de tu intervención divina suceda en cada una de nuestras vidas, y tu poder milagroso nos devuelva la buena salud nuevamente.

-Dios misericordioso, esta vida la has dado tú, y solo tú puedes quitar esta vida. Te rogamos que seas benévolo con nosotros y nos dejes vivir lo suficiente para que podamos trabajar por tu causa, la razón por la que fuimos enviados aquí.

-Amado Dios, somos tus instrumentos, y hemos sido designados para servir a tu Espíritu Santo. Por lo tanto, te pedimos que cuides de nuestra salud y la restaures cada vez que estemos enfermos para que podamos servir al propósito piadoso y verdadero que es tan significativo en nuestras vidas.

-Amado Señor, cura nuestras debilidades para que podamos dar gloria y alabanza a tu nombre poderoso que siempre ha obrado incondicionalmente por nosotros y continúa velando por nosotros para nuestro beneficio. Seamos lo suficientemente afortunados de ver tu mano piadosa en el trabajo que puede realizar milagros inesperados.

-Amado Señor, cuida de cada persona que está enferma y angustiada en este momento para que puedan recuperarse muy pronto y volver a llevar una vida normal, como solían hacerlo antes. Sin tu Santa Voluntad y tus bendiciones nada se puede hacer, aunque lo intentemos.

-Oh Santo Padre, siempre te hemos visto tomando cada transgresión en nuestra vida sobre tu poderoso Espíritu. Has quitado nuestra enfermedad y has sufrido por nosotros para que podamos ser liberados. Por tu Espíritu poderoso, hemos sido sanados de nuevo para ser creados de nuevo.

-Señor todopoderoso, permítenos apoyarnos en tus poderosos hombros en estos tiempos difíciles en los que nos estamos recuperando de enfermedades pasadas. No sólo nos atormentan los sufrimientos de nuestro cuerpo, sino también nuestros problemas mentales: nuestras culpas y arrepentimientos, nuestras ansiedades e incapacidades. Ponemos todo delante de ti.

-Oh Buen Padre, te pido que formes mi alma para que solo pueda concentrarme en ti. Creo que cuando mi corazón esté sobre ti, los sufrimientos del cuerpo ya no me molestarán y siempre tendré esperanza en esta vida dada por ti.

-Querido Buen Padre, a medida que mi cuerpo se recupera gradualmente y mi espíritu se eleva, vengo nuevamente ante usted para expresarle mi gratitud. No tengo idea de lo que habría hecho si no hubieras estado allí para ayudarme constantemente. Has erradicado todo estancamiento y me has llevado hacia el progreso.

-Señor Todopoderoso, ¿podrías venir a rescatarme de esta enfermedad interminable que me está agotando y deprimiendo? Por favor, ayúdame para que pueda cumplir mi deseo de vivir mi vida habitual como solía hacerlo antes. Quiero su intervención para una pronta recuperación.

-Bendito Buen Dios, nunca he cuestionado mi fe en ti ni desconfiado de la forma en que resuelves mi vida. Siempre he creído que solo has planeado cosas buenas para mí, y tu tiempo para todo es perfecto. Bendice mi fe y mi cuerpo con tu Espíritu Santo.

-Padre celestial. Cada vez que encuentro mi corazón abrumado por las preocupaciones, me pido descansar, sabiendo en mi corazón que tu promesa fiel siempre está ahí y me ayudarás. Gracias por llenar mi alma con tu amor incondicional y paz que me ha mantenido fuerte y segura.

-Amado Padre, tu cariño inquebrantable me ha dado resistencia, y nunca he tenido miedo de pelear mis batallas, físicas o mentales. Cuando me despierto cada mañana, mi corazón se consuela al recordar que tu gracia suficiente está siempre presente en mi vida, y puedo pedirte que me guíes.

-Buen Dios, ahora que pienso en los momentos en que he estado muy enferma, recuerdo que tu mano sanadora siempre estuvo sobre mí, y me has motivado constantemente durante todo el camino para sentirme mejor. He visto tu trabajo, y por eso siempre tengo fe en ti.

-Oh Padre Amado, he sido bendecido con las mejores personas de la vida que me están cuidando con el más alto profesionalismo, y quieren recuperarme con éxito. Quiero que bendigas a mis médicos y cuidadores y me des la sabiduría para seguir sus instrucciones muy rigurosamente.

-Santo Padre, te pido fortaleza. Dame la fuerza y ​​la confianza para que nunca me rinda ante la enfermedad que me atormenta y esté lista para alumbrarla hasta el final. Siempre he pensado en ti como la mayor fuente de inspiración.

-Oh Señor, mientras mi cuerpo sufre, mi mente y mi corazón buscan la paz. Esta pieza solo se puede encontrar en tu Espíritu Santo que siempre nos consuela y nos mantiene optimistas. Ruego por tu amor que llegue a mi alma y la purifique. Devuélveme la confianza en tu poderosa existencia.

-Querido Señor, aunque las personas más cercanas a mi vida me habían abandonado en los momentos en que más los necesitaba, nunca te has apartado de mi lado. Te he buscado y te he encontrado. Gracias por ser amable conmigo y sanarme tan poderosamente con tu gracia.