10 Consejos Que Mejoran La Vida de Personas ‘Altamente Sensibles’

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Y aquellos que fueron vistos bailando fueron considerados locos por aquellos que no podían escuchar la música “.
—Nietzsche

Las personas altamente sensibles son percibidas como débiles.

Pero sentir intensamente no es un síntoma de debilidad, es la característica de un ser humano verdaderamente vivo y compasivo. 

No es la persona sensible quien está quebrantada, es la comprensión de la sociedad la que se ha vuelto disfuncional y emocionalmente incapacitada. No hay vergüenza en expresar tus sentimientos auténticos. 

Aquellos que a veces se describen como “demasiado emocionales” o “sensibles” son la trama misma de lo que mantiene vivo el sueño para un mundo más atento y humanitario. 

Nunca te avergüences de dejar que tus sentimientos, sonrisas y lágrimas enciendan una luz en este mundo.

Yo sé, es más fácil decirlo que hacerlo porque puede ser tan confuso, ¿verdad?…

  • ¿Por qué te sientes abrumado por las tareas comunes que otros toman con calma?
  • ¿Por qué reflexionar sobre desaires que deben ser olvidados?
  • ¿Por qué las sutilezas se magnifican para ti y, sin embargo se pierden en otros?

Es como si hubieras nacido sin una capa protectora de piel que otros parecen tener. Intentas ocultarlo. 

Pero los comentarios siguen perforando tu armadura: “Estás pensando demasiado en las cosas. Eres demasiado sensible. ¡Endurece!”

Te quedas preguntándote qué diablos está mal contigo. Por qué se me hace un nudo en la garganta?. Otra vez los ojos aguados, no por favor…

Lo sé porque lo he vivido toda mi vida. Pero no sabia que era algo común. Esto me llevó a descubrir lo delicioso que se siente ser uno de los miles que dicen: “¿Haces eso? ¡Yo también!”

Desde entonces, he aprendido que muchas personas sensibles se sienten aisladas de los demás. Se sienten incomprendidos y diferentes, y por lo general no saben por qué.

Simplemente no se dan cuenta de que tienen un simple rasgo que explica su confuso conjunto de síntomas y peculiaridades.

Incluso hay un término científico para ello: Sensibilidad de Procesamiento Sensorial SPS. La Dra. Elaine Aron, psicoterapeuta e investigadora, estima que entre el 15 y el 20% de las personas tienen sistemas nerviosos que procesan los estímulos intensamente.

Ellos piensan profundamente. Se sienten profundamente (física y emocionalmente). Se sobre estimulan fácilmente.

Según mi investigación, varias figuras históricas exitosas eran altamente sensibles, como Albert Einstein, Martin Luther King y Steve Jobs.

Veo esto como una gran noticia, porque significa que los tipos sensibles no estamos en desventaja.

Pero cuando no nos damos cuenta de cómo manejar nuestra sensibilidad, terminamos presionando demasiado para estar al día con los demás.

Tratamos de hacer lo que otros parecen manejar con facilidad, y tratamos de hacerlo mejor que ellos. Y esto lleva a problemas.

Durante un tiempo, hacemos un trabajo de primera clase al usar nuestros dones naturales: somos estudiantes creativos, empleados conscientes y miembros de la familia dedicados. 

Pero cuando avanzamos más allá de nuestros límites, hacerlo puede eventualmente cobrar su precio.

Aparece en cosas como condiciones de salud implacables, tensión muscular de la que no podemos deshacernos y fatiga infinitamente o al límite sin ninguna razón.

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Si resuenas con algo de esto, aquí hay 10 acciones que puedes tomar para dejar de luchar y comenzar a prosperar:

1. Deja de buscar a alguien o algo para arreglarte. 

La sensibilidad es un rasgo del temperamento, no un trastorno médico. Así que nada es inherentemente malo en ti.  Pero lamentablemente, la SPS es un área reciente de la investigación en salud. No muchos la entienden.

Las personas altamente sensibles tienen más probabilidades de tener alergias o sensibilidades a los alimentos, productos químicos, medicamentos, etc. Y son más propensos a la sobre estimulación, por lo que son más rápidos para sentir estrés, lo que puede llevar a otros problemas de salud. Pero la sensibilidad en sí misma no es algo que deba arreglarse.

Las personas de éxitos y a la vez sensibles se dan cuenta de que no están “destrozados”. Si su mente está agotada por la ardua investigación de otra solución para eliminar sus “fallas”, date cuenta que las respuestas para vivir en armonía con tu naturaleza sensible se encuentran dentro de ti.

2. Dile al espejo tan frecuente como sea necesario que no eres un fraude.

El síndrome del impostor no es exclusivo de personas altamente sensibles. Muchas personas concienzudas y de alto rendimiento son víctimas de este inquietante miedo. Pero la incomodidad a fuego lento de ser descubierto es a menudo constante para una persona sensible.

¿Por qué no sería así, considerando que has pasado toda una vida sintiéndote diferente de los demás y tratando de encajar? 

Tal vez culpes la lagrima que sale de tu ojo izquierdo a una paja en tu ojo durante ese comercial de televisión cursi; o te registras para la carrera 5k de la compañía, aunque odias correr y sabes que te sentirás avergonzado por el tiempo que tarda tu cuerpo en recuperarse. 

Pero incluso si creciste mostrando tu sensibilidad con orgullo, es poco probable que hayas escapado a la presión cultural que te motiva a disfrazar a tu yo real para ajustarse a las normas.

Las personas exitosas respetan que sus sistemas nerviosos están conectados de manera diferente al 80-85% de las personas. Si estás pensando constantemente en quién debería ser, pero no es así, y en lo que deberías hacer, pero no puedes, comprende que valorar tus logros y fortalezas únicas te permiten mostrarte como realmente eres, más cómodamente, incluso cuando eres el extraño del grupo.

3. Busca espíritus afines (y mira que NO estás solo).

Te sientes diferente y solo. Pero la verdad es que no lo eres. Muchos han experimentado la confusión en el aislamiento antes de descubrir que las personas tienen alguna idea de cómo es ser tú. Ellos han sentido la oleada de poder que viene de ser apoyado por almas de ideas afines. Y quieren aportar su granito de arena.

La clave siempre que se pueda es salir con personas sensibles que ya están floreciendo, o al menos abiertas a esas posibilidades. Ellos entienden no solo cómo manejar su sensibilidad, sino también cómo manejar sus superpoderes. 

Saben lo que es para ti sentirse incansablemente bajo el asedio, y pueden ofrecerte experiencia y sabiduría de primera mano para ayudarte a hacer que tus sensibilidades trabajen a tu favor.

Las personas sensibles y exitosas aprecian y disfrutan los puntos fuertes de la sensibilidad, en sí mismas y en los demás. Si no te sientes apoyado o comprendido, busca un entrenador, mentor o comunidad capacitada que te cautive… Y alimenta esa conexión.

4. Encuentra la positividad oculta en cada situación y amplificala.

El cerebro es un poderoso filtro que moldea las experiencias y percepciones de la realidad. Si crees que el mundo es un lugar peligroso, tu cerebro está conectado para buscar pruebas de peligro. Si crees que es un lugar amoroso, ves más oportunidades amorosas. En lo que te fijas, eso obtienes.

¿Porque sientes como un nudo en la garganta?

Sientes un nudo en la garganta cuando algo te preocupa hasta la angustia. El cuerpo activa reacciones fisiológicas involuntarias para prepararte para la huida.  Sientes opresión en el pecho, manos frías, boca seca y un nudo en la garganta que no te salen las palabras.

Sucede porque se contraen los esfínteres y la sangre se desvía a los órganos internos. Cuando la situación que nos origina temor (o ansiedad) desaparece, nos relajamos y todo vuelve a la normalidad.

Como persona altamente sensible, cuanto más negativo es el ambiente, más sufres. Pero lo contrario también es cierto: cuanto más positivo, más prosperas (incluso en comparación con los demás).

Los pensamientos son estímulos para tu sistema nervioso. Pensamientos basados en aspectos reales o imaginarios.

Una de las cosas más importantes que puedes hacer una persona sensible es reconocer lo negativo (no ignorarlo, porque lo que resistes, persiste), pero luego déjalo ir… Sumérgete en pensamientos y situaciones positivas que te hagan sentir bien, o al menos darte una relajante sensación de alivio.

Las personas sensibles deciden ver el mundo rebosante de oportunidades para sentirse agradecidos y marinar en esa vibra positiva. Si te sientes a merced de tus emociones y circunstancias, comprende que tus pensamientos (y las cargas emocionales que provocan) siempre están bajo tu control.

5. Encuentra nuevos giros sobre viejos defectos.

Tus dones de sensibilidad incluyen una reflexión profunda y un instinto para ver todos los ángulos y consecuencias. Pero al estar tan profundamente sintonizado con los detalles, te sientes abrumado y agotado fácilmente por la estimulación inflexible. 

Y cuando no entiendes por qué te sientes y te comportas como lo haces, es fácil enmarcarlos como defectos. Cuando en verdad estas “debilidades” son simplemente tus necesidades no satisfechas y tus dones únicos para crecer. Al reformular tu pasado y nutrir tu presente, te preparas para el éxito en tu futuro.

Las personas sensibles y exitosas reconsideran las viejas percepciones a la luz de su comprensión más profunda de la sensibilidad. Si te sientes abrumado por las partes hipersensibles y descuidadas (incluso, despreciadas) de ti mismo, busca descubrir el otro lado de la moneda… Donde encontrarás algunas de tus mayores fortalezas: la intuición, la visión, la conciencia y la lista sigue.

6. Trátate con compasión.

Como persona altamente sensible eres profundamente compasivo. Tanto es así que poner la comodidad y las necesidades de los demás antes que las tuyas es una segunda naturaleza. 

Además de eso, a menudo eres tu mayor crítico. Te pones duro y luego te golpeas a ti mismo cuando te pierdes la meta. Te criticas a ti mismo de una manera que nunca hubieras pensado regañar a nadie.

Controlar tu crítica interna es esencial para la autocompasión. Pero contrariamente a la creencia popular, no deberías hacerlo ignorándolo siempre. 

El pensamiento profundo es uno de tus dones, ¿por qué no aprovechar ese poder? 

Toma el control al escuchar tus pensamientos sin juzgar. Después de todo, podría haber gemas de sabiduría escondidas en lo profundo. 

Luego gira hacia pensamientos que desencadenen emociones más amenas y más amorosas en tu cuerpo. Desde ese lugar donde se siente mejor puedes elegir acciones para cuidarte a ti mismo y a los demás.

Las personas sensibles y exitosas  se muestran a sí mismos con la misma compasión amorosa que son naturalmente buenos para dar a los demás. Puedes sentirte egoísta o vano al principio, pero no lo es. Si tu voz interior crítica está devaluando quién eres, responde con amabilidad, este es el antídoto.

7. Crea límites saludables, no muros emocionales rígidos.

Vivimos en una cultura que valora “toma un analgésico y dale” mucho más de lo que valora la sensibilidad. Crecemos escuchando: “no pain no gain; supervivencia del más fuerte; la vida no es justa, acostúmbrate a ella”. Admiramos a aquellos que muestran agallas para prevalecer sobre sus terribles dificultades.

Como persona altamente sensible tu reacción puede ser congelarte o luchar para endurecerte. 

Construyes muros para protegerte del dolor… Muros emocionales, como reprimir sentimientos o crear un drama confuso para distraerte de las verdaderas causas del dolor. 

Muros, como barricadas de sacos de arena para esconderte en la trinchera. Muros mentales, como desconectarse con alcohol o drogas.

O bien, puedes dejar que todos tus límites colapsen al mismo tiempo, absorbiendo inconscientemente las energías de los demás y sintiéndote devorada por eventos y emociones impredecibles. Tratas de escapar de los sentimientos atrapándote en el pensamiento excesivo de todo: planifica, busca y analiza sin cesar, mientras pierdes el contacto con tu intuición. 

Y en el proceso confundes la conciencia con el exceso de trabajo, la empatía con la identificación excesiva, la compasión con la tolerancia excesiva. Así que te castigas por saber que deberías tener mejores límites. Es un circulo vicioso.

Las personas sensibles y exitosas  encarnan límites personales suaves pero firmes. Si luchas por poner primero tus propias necesidades (lo que no es natural para una persona altamente sensible), toma una decisión consciente de practicar la habilidad de decir “no” con amor y gracia, o de buscar tiempo para recargarte solo… Y decide sentirte bien por eso.

8. Sintoniza tu cuerpo (para evitar oscilaciones entre los extremos emocionales).

Muchas personas altamente sensibles aprenden a ignorar los mensajes que sus cuerpos les están enviando. Lo apagan para evitar abrumarlo o se conectan con las necesidades de otros en lugar de las suyas para satisfacer lo que se espera de ellos. ¿Te suena familiar?

Hacerlo te deja colgando como un péndulo. Demasiado, muy poco. Demasiado rápido, demasiado lento. Demasiado adentro, demasiado afuera. De va y ven entre estar sobre estimulado y aburrido, hacer dieta y luego hartera, o hacer ejercicio duro y luego necesitar varios días para recuperarse. Y así sucesivamente hasta el infinito.

Las personas sensibles y exitosas  sintonizan con las sensaciones físicas en sus cuerpos. Aceptan que no siempre es cómodo, pero confían en que sus cuerpos los guíen. Si tienes el hábito de esconderte de los sentimientos o sobrepasas el punto de abrumarte, aprende a reconocer los signos sutiles de sobre estimulación de tu cuerpo. Pasarás menos tiempo desequilibrado, y más tiempo balanceándote suavemente dentro del rango de activación óptimo de su sistema nervioso.

9. Diseña hábitos saludables que se ajusten a tus necesidades únicas.

Eventualmente, todo te alcanza. Horas agotadoras en el trabajo, seguidas de un intenso sudor en el gimnasio y mantenerse al tanto del caos en casa, todo ello alimentado por dietas de mierda y un mínimo de tiempo de descanso o inactividad. 

Es una trampa fácil de caer porque simplemente estás viviendo de la manera en que ves que la mayoría de las personas se las arreglan.

Además, algunos hábitos aparentemente saludables afectan mucho a un sistema nervioso sensible, como los alimentos “saludables” que están muy procesados ​​y bombeados con azúcar y aditivos artificiales, o el ejercicio intenso que no se equilibra con un tiempo de recuperación amplio.

Si permite demasiada estimulación y una reposición demasiado mala, corres el riesgo de contraer enfermedades crónicas (ya que muchos tipos sensibles han aprendido de la manera más difícil). Al mismo tiempo, si te sobre proteges, tu genio no se expresa, y eso también puede provocar estrés y mala salud.

Las personas sensibles y exitosas  practican hábitos que realmente los nutren. Si tienes problemas de energía o bienestar, prioriza los hábitos que nutren estas áreas de tu vida (como dormir más y tiempo solo), y limita los que te sobre estimulan o te agotan (como demasiadas actividades de alta presión, incluso si son “saludables”).

10. Deja de sofocar tu sensibilidad.

Después de toda una vida de ser bombardeado por estímulos, te conviertes en una segunda naturaleza para sacar la sensibilidad de la conciencia consciente. Desactivar las sensaciones implacables, por ejemplo, para que puedas fingir que no te importan. 

Afloja los sentimientos intensos (buenos y malos) para que no estés en una montaña rusa. Siempre eliminando las emociones para obtener un descanso de sentir algo en absoluto.

Este mecanismo de autoprotección puede engañar a tu mente consciente, pero no engaña a tu cuerpo sensible. Esto rebosa en tu salud, tus relaciones, tu carrera, cada aspecto de tu vida… O crea una tensión interna hasta que algo tiene que ceder.

Cuando liberas la energía utilizada para mantenerte firme, liberas los dones de sensibilidad que te has perdido: empatía, creatividad y mayor alegría, por nombrar algunos. Y permites que tu verdadero potencial florezca.

Pensamientos finales

Mientras trabajas con los consejos anteriores, ten en cuenta que la clave para prosperar como persona altamente sensible.

Más que cualquier otra cosa, es reconocer que estás perfectamente bien siendo sensible, con tus desafíos y tus fortalezas.

Usa tu mente de pensamiento profundo para reconocer entendimientos ocultos y vuelva a centrarse deliberadamente en la positividad y las posibilidades.

Usa tu pensamiento profundo para sintonizar tus emociones y sensaciones, y manténte dentro de su rango óptimo de excitación con la mayor frecuencia posible.

Usa tu conciencia para bailar al ritmo que quieras, incluso si eso parece extraño para mucha gente. 

Porque en algún lugar, otros están bailando contigo.