Más De 50 Oraciones Edificantes Por La Buena Salud De Los Demás

A menudo nos sentimos abrumados por el estrés de la mala salud, física o mental. En estos momentos de angustia, Dios nos sana y nos da la paz que buscamos. Orar al Señor para que restablezca nuestra salud y la de nuestros seres queridos es lo mejor que podemos hacer.

Aquí Hay Oraciones Edificantes Por La Buena Salud De Los Demás

-Padre, ¿cómo puedo alabarte lo suficiente por bendecirnos con este regalo de una vida hermosa? Tenemos la suerte de despertar a una nueva mañana en este lado del cielo. Cada nuevo día tiene un propósito y te pedimos que nos ayudes a vivir bien.

-Oh Señor, esta mañana te pido que nos des tu preciosa sabiduría y protección. Por favor, guíanos por el camino correcto, lo que está bien y lo que está mal. Vivamos cada día de la manera en que debe ser y permítanos existir para su gloria todo el tiempo.

-Oh Bendito Padre, te estamos muy agradecidos por darnos tu Palabra. La piadosa Palabra da vida a nuestra mente, corazón y alma cansada y agitada. Estás siempre presente en nosotros y te comunicas con nosotros a través de los textos sagrados. Te rogamos para llegar a ti.

-Oh Santo Padre, tus sacrificios son un ejemplo para nosotros. Has sufrido, pagado con tu vida para que podamos acceder fácilmente a ti a través de las Escrituras y la oración diligente. Te rogamos que nos dejes estar agradecidos por todo lo que has hecho por nosotros en la vida.

-Señor, tu mensaje nos llega a través de los relatos de los textos sagrados. Creemos en nuestros corazones que todo lo que has dicho es la verdad y no hay mayor realidad fuera de eso. Esta verdad se ha entretejido en nuestras vidas y eso es el resultado de su sincronización perfecta.

-Padre, constantemente se nos recuerda que siempre has sido un Padre fiel y amoroso para todos tus hijos. Has prometido darnos buena salud y nos sanas cuando es necesario. Te rogamos que sigas haciéndolo siempre por nosotros. Te necesitamos en todo momento.

-Señor, si todos somos bendecidos con buena salud y vivimos con abundante paz y protección, es una indicación de tu gracia sobre nosotros. Si estamos cansados ​​y enfermos hoy, eso es simplemente el resultado de nuestra total negligencia y rebelión hacia nuestros cuerpos, mentes y almas.

-Padre, sánanos. Sana nuestras mentes y cuerpos enfermos y llévanos hacia el amor y el cuidado. Nadie se preocupa por nosotros como tú lo haces, y tu amor nos ha protegido y nos ha mantenido felices hasta el día de hoy. Por eso, recurrimos a ti para que nos envuelvas en tu amor que sana.

-Oh Señor, si alguna vez he descuidado el don de esta hermosa y larga vida y no me he preocupado lo suficiente por cuidarla, te pido perdón. He fallado en mantener tu confianza y te pido que me devuelvas al camino correcto. 

-Padre, sé que esta vida tiene propósitos- tú nos los has puesto. Nos exiges que hagamos y experimentemos muchas más cosas en esta vida de las que podemos pensar. Te ruego que me ayudes a comprender ese propósito y trabajar para cumplirlo.

-Oh querido Señor, veo que cada vez que sigo mi camino, eventualmente me desgaste, tanto física como mentalmente. Además, incluso si estoy atento a mi estado físico, soy negligente con mi salud mental. Ayúdame a solucionar estos problemas y desarrollarme mejor.

-Querido Padre, te pido que nos des fuerza y ​​poder. Haznos lo suficientemente fuertes para poder experimentar la alegría y la emoción de nuestras vidas dichosas diarias, que también es un regalo tuyo. Déjanos ver todo, escuchar todo y entender todo en tu mundo milagroso.

-Querido Padre Amoroso, te pido que nos dejes caminar libremente- estemos siempre rodeados de tu amor. No importa cuánto trabajemos para estar en forma física o mental, nuestra buena salud está incompleta sin la presencia de la piedad en nuestras vidas, algo que beneficia a todo lo que nos rodea.

-Querido Dios, cumple tu promesa para la vida que estamos llevando en este momento y también para la vida que está por venir. Danos tu Espíritu Santo, y déjanos dirigir nuestra vida siguiendo tu palabra en todo momento. Amplía nuestras mentes y danos un corazón bondadoso.

-Padre, te pido encarecidamente sabiduría. El tipo de sabiduría que nos hace buscarte todos los días. El tipo de sabiduría que me hace buscar tu opinión. Te pido que seas parte de cada pequeño pensamiento en mi mente y cada acción que emprenda.

-Oh Buen Señor, muchas veces he visto que muy pequeñas cosas en la vida me han llevado a tener mala salud. Así que hoy pido tu brillante conocimiento. Ilumíname y muéstrame lo que es correcto pensar. Cada nuevo día, haz que mi corazón duela un poco más por tu amor. 

-Padre, vivimos en un mundo pecaminoso y disperso. Sé que ciertas condiciones de salud nunca se pueden curar. Te rogamos que nos des el poder de soportar el sufrimiento de estas enfermedades crónicas. Nunca nos dejemos abrumar por nada, ningún miedo debe envolvernos.

-Oh Padre Amoroso, en los momentos de terrible dolor y sufrimiento, muchas veces no logramos comprender tu mano veraz en todo. Te pido que nunca nos dejes olvidar que Tú eres el último guardián de nuestras vidas y todo lo que hagamos será para nuestro bien y bienestar.

-Padre, al mirar tu Palabra, veo que nos has prometido que nos sanarás y nos restaurarás. Mientras miro a mi alrededor, veo que suceden milagros en este mundo tuyo y eso me hace confiar un poco más en ti y te expreso mi gratitud.

-Señor Todopoderoso, hoy reclamo todas tus promesas sobre mis seres queridos- mi familia y mis amigos. Confío en tu poder de curación y les transmito esta fe. Por favor, cuídalos y bendícelos con buena salud, tal como siempre lo has hecho conmigo.

-Dios, tengo una fe inmensa en el poder de la oración. He sabido que si te rezo con sinceridad y sinceridad de corazón, cumplirás todos nuestros deseos. Hoy te pido que ofrezcas tus poderosas bendiciones en la vida de otras personas importantes a mi alrededor.

-Oh Padre, por favor bendice a mis seres queridos con tu paz. Dales la fuerza para recuperarse de toda enfermedad y establece la fe que les haga pensar que contigo en sus vidas, nunca nada es imposible. Eres perfecto y estás trabajando constantemente para que nuestras vidas sean perfectas. 

-Querido Señor, este día, te pido que me protejas a mí, a mi familia y a mis amigos de todo mal. Te pido que siempre nos motives y que nunca nos dejes desanimar por nada que se nos presente. Padre, quiero experimentar el milagro de tu proceso de curación.

-Oh Señor celestial, gracias por responder a mis fervientes oraciones y bendecirme con la capacidad de presenciar tus milagros en mi vida normal. Me he despertado a un día nuevo y brillante y estoy respirando correctamente. Considero que estas pequeñas cosas también son un regalo.

-Querido buen Dios, este nuevo día, por favor, nunca me dejes dar por sentado el regalo de la buena salud. Nunca debo descuidar esta vida bendita y los seres amados en ella que también son una bendición para ti. Déjame cuidarlos tanto como lo hago por mí mismo.

-Padre, no importa lo que me pase, te pido que nunca me dejes perder la fe. Mi confianza incuestionable en ti y en tus procesos es lo que me hace seguir adelante. Déjame concentrarme en ti, especialmente cuando me enfrento a situaciones inesperadas y no tengo ni idea de qué hacer.

-Querido Padre, hoy presentaré ante ti todos mis hábitos y prácticas poco saludables. Acepto mis defectos y te pido perdón. Te ruego que alimentes mi cuerpo y mi alma. Mírame a través de tus ojos, comprende lo que me está pasando y decide qué es lo mejor para mí.

-Oh Señor, creo que este cuerpo físico es tu templo y debo respetarlo como lo hago contigo. Padre, te prometo que hoy cuidaré bien este cuerpo, comeré alimentos saludables y le daré el descanso que exige.

-Padre, me esfuerzo por tomar mejores decisiones que faciliten una mejor salud. Ayúdame a usar mi tiempo sabiamente y déjame siempre apartar algo de tiempo para cuidar mi salud. Gracias por el regalo de la buena salud y la nutrición, y prometo celebrarlo todos los días.