50 Oraciones Edificantes Por Disciplina

La disciplina es una práctica muy importante que muchas veces no logramos incorporar a nuestra vida. Caer presa de nuestros impulsos es un gran error que todos cometemos a menudo. Debemos orar a nuestro Señor Todopoderoso para que nos evoque el espíritu de vida rigurosa que debemos llevar para nuestra salvación.

Aquí Hay Oraciones Edificantes Por Disciplina

-Oh Buen Padre, hoy te pido dominio propio. Permíteme tener control sobre mis palabras y acciones para que siempre hable o actúe sabiamente. Mírame cuando me comunique con la gente para que siempre me comporte apropiadamente con gracia y manera que hable de disciplina.

-Señor Amado, confieso ante ti que muchas veces he estado ofendiendo o lastimando a los demás. No me he dado cuenta de que esto finalmente ha terminado por hacerme quedar como una persona muy tonta. Bendice mi boca con tu sabiduría divina para que nunca hable con una actitud negativa.

-Dios misericordioso, enséñame el valor de la disciplina para que pueda llevar una vida que traiga alabanza y gloria a tu Espíritu Santo. Permítanme crear un ejemplo de aliento y esperanza para otros que carecen de disciplina en sus vidas. Que mis palabras y acciones sean su reflejo.

-Oh, Amado Todopoderoso, te ruego que me ayudes a practicar la disciplina incluso en mis hábitos regulares de comida y bebida. Permíteme elegir sabiamente qué comer o beber y qué evitar. Ayúdame a recordar que la gula es uno de los pecados más grandes, y debemos practicar el dominio propio.

-Amado Salvador, me aleja de hábitos sin sentido que causan problemas relacionados con la salud y el estilo de vida. Nunca debo caer en malos hábitos que resulten ser nocivos para la salud y me lleven a enfermedades y malas condiciones de salud. Hazme consciente de lo que entra en mi cuerpo a través de mis alimentos.

-Precioso Creador, he visto cómo el consumo de alcohol y drogas puede arruinar la estabilidad mental y física de una persona. Permítanme ser disciplinado también en este aspecto para que, incluso si bebo, debo tener control sobre mí mismo para no volverme adicto.

-Oh Amado Maestro, ruego a tu Espíritu Santo que se haga cargo y controle mi vida y todas las decisiones que tomo. Deja que mi mente y mi corazón se llenen de tu conciencia para que nunca termine tomando decisiones duras que dañen mis disciplinados valores y principios morales.

-Amable y amoroso Señor, ruego a tu poderoso Espíritu Santo que me bendiga con un gran autocontrol para que pueda ser el amo de mi ser tanto mortal como espiritual. Permítanme estar a cargo de lo que hago y digo y no ser controlado por pensamientos mezquinos y egoístas. 

-Bendito Todopoderoso, permíteme llevar una vida regida por la disciplina para que pueda alejarme de los malos hábitos como el juego o el engaño. Permítanme recordar que estas prácticas no tienen sentido y no agregan ningún valor real a nuestras vidas, sino que terminan arruinando nuestras finanzas.

-Padre Amado, te pido que me des el control de mis impulsos y acciones reflejas porque esos también son parte importante de la disciplina. Bendíceme con tu sabiduría innata para que pueda entender los lugares y las personas de las que debo alejarme para que nunca los desarrolle.

-Buen Dios, te pido que me mantengas rodeado de personas que apoyen mi adhesión a la disciplina y me alienten a seguir el camino correcto en lugar de guiarme hacia las tentaciones. Bendícelos con sentido de responsabilidad y rigor para que yo también pueda aprender de ellos.

-Oh Señor Misericordioso, mi corazón está turbado, y no hay estabilidad en mi mente. Estoy constantemente irritado porque mi vida nunca sigue un horario fijo. Te ruego que me enseñes el valor de la disciplina para que pueda vivir mi vida de manera controlada.

-Amado Celestial Protector, estoy preocupado por mi comportamiento. Te pido que lo hagas pacífico y sereno en lugar de dejarte guiar por una ira incontrolable. Enséñanos el valor de tener control sobre nuestro temperamento y cómo facilita el uso práctico de la buena disciplina en nuestras vidas.

-Ser Santo, tus Santos Mandamientos me alientan constantemente, y siempre he mantenido la fe en ellos porque me han enseñado la forma correcta de llevar una vida disciplinada con honestidad. Te pido que revises mi temperamento para que pueda tener una fuerte defensa mental.

-Oh Gran Deidad, ruego a tu Espíritu Santo que despierte en mí para que pueda desarrollar todas las virtudes piadosas que hacen a un hombre completo y lo mantienen feliz. Siempre nos has enseñado que llevar una vida disciplinada y rigurosa nos aleja del sufrimiento y del dolor.

-Querido Todopoderoso, siempre te estaré agradecido por mantener mi mente y mi alma alejadas de cualquier forma de tentación. Me has dado el tipo de autocontrol que nos ayuda a comprender que ningún placer materialista se apodera de nuestra mente y que siempre hay una salida.

-Padre Amado, permíteme aprender de tu Espíritu Santo el gran arte de la disciplina sobre el ser mortal y la maestría para elevarme por encima de los mezquinos deseos corporales. Siempre nos has sido fiel y nos has protegido de ser engañados por el placer o el lujo que nos sume en el conflicto.

-Precioso Gran Creador, siempre has estado ante mí como la roca sólida impenetrable de inmenso control y fe. No has permitido que ninguna indisciplina o comportamiento casual se acerque a mí y destruya mi autocontrol. Nunca podré agradecerte lo suficiente por ser mi escudo más fuerte cuando es necesario.

-Oh Padre Misericordioso, te ruego que me des el control de mis pasiones y deseos. Deja que tu Espíritu Santo alinee mis pensamientos y cationes a tu Santa Voluntad obrando a través de nuestras vidas para que nunca terminemos andando por el camino equivocado o haciendo algo malo o injusto.

-Buen Señor, ruego a tu Santo ser que me dé dominio sobre mi cuerpo y mi mente para que pueda instruirlos para trabajar de acuerdo con mis necesidades y deseos. Permíteme pensar/actuar con pureza en mi alma y recuerda que siempre estoy conectado contigo. 

-Oh Maestro Celestial, quiero que me animes a través de tu Camino Santo hacia un plan sostenible para mi vida regular. Dame la determinación y la convicción para ceñirme al plan que tracé, pase lo que pase. Permíteme comprender e incorporar el precioso valor de la regularidad.

-Deidad bondadosa y amorosa, por favor bendíceme con buenas intenciones y mantenme proactivo en todo lo que esté haciendo para que pueda honrar esta bendita vida y cuerpo dados por tu Espíritu Santo. Permítanme considerar este cuerpo y mente como un templo y alabarlos en consecuencia.

-Señor Jehová, la pereza o el autoengaño pueden ser muy difíciles de superar, y pueden atraernos para alejarnos de la práctica de la autodisciplina. Esto solo traerá deshonra en nuestras vidas y falta de respeto a tu Santo Ser. Protégenos de tales prácticas y líbranos de todo mal, Dios.

-Oh Santo Todopoderoso, estoy muy desesperado por recibir tus graciosas bendiciones, y por eso vengo ante ti en ferviente oración. Acompáñame en este viaje de practicar el autocontrol, otra parte importante de la disciplina, que nos ayuda a determinar qué cosas realmente necesitamos para una supervivencia pacífica.

-Querido Salvador, permíteme ejercer mi dominio sobre las tentaciones fútiles de mi vida que están causando estragos en todos los aspectos de mi vida. No puedo concentrarme en lo que es importante y sufro de indecisión y dudas. Por favor, cuide mis deseos y aspiraciones en la vida.

-Señor Amado, dame el valor para practicar mis actividades disciplinarias tan rigurosamente que pueda expulsar cualquier tentación que mi cuerpo o mi mente quieran. Permíteme silenciar el llamado de los deseos mundanos y escuchar tu voz que habla a nuestras almas y esparce resplandor en nuestros corazones.

-Oh Padre fiel, creo que la clave para acercarnos a tu Espíritu Santo es practicar la disciplina en nuestra vida cotidiana. Permíteme acercarme más a ti y pasar suficiente tiempo todos los días tratando de comprender la naturaleza poderosa de tu ser divino. Permíteme practicar la adoración verdadera.

-Buen Gracioso Maestro, no puedo concentrarme en su Santo Escupir, y creo que esto se debe a la falta de disciplina que me distrae tan fácilmente con las influencias externas. Me he desviado de tu Palabra, y esto ha tenido severas implicaciones en mi vida. Por favor perdoname.

-Amada Maestra, te pido que pongas orden y sistema en mi vida regular para que pueda llevar esta vida de acuerdo a tu Santa Voluntad, llena de todos los buenos hábitos y prácticas que me hacen una persona completa y digna de ser colmada de tu infinita gracia.