50 Oraciones Edificantes Para Salir De Las Malas Compañías

Si has estado rodeado de malas compañías hasta ahora, es hora de que te mantengas firme y elimines a las malas personas de tu vida. También debes orar al Dios Todopoderoso para que te dé la sabiduría y la confianza para mantenerte alejado de esas personas.

Aquí Hay Oraciones Edificantes Para Salir De Las Malas Compañías

-Padre, sé que las malas compañías en la vida son una maldición. Los verdaderos amigos te motivan, pero los malos amigos te desaniman. Te pido que erradiques en mi vida a tales personas que obstruyen el camino de mi desarrollo. No dejes que estas personas afecten mis procesos de pensamiento o acciones de ninguna manera.

-Querido Señor, por favor ayúdame a identificar a esas personas en mi vida que solo pretenden ser mis amigos y simpatizantes, pero son los falsos a los que no les importa. Muéstrame a los que hablan mal de mí a mis espaldas y ejercen una mala influencia sobre mí.

-Oh Dios, te pido que quites de mi vida a aquellas personas que afectan negativamente mi mente y mi corazón. No quiero amigos que me induzcan al pecado y me animen a ir por el camino equivocado de comportamiento inapropiado y desobedecer tus Santos Mandamientos que dan forma a nuestras vidas.

-Buen padre, me duele siquiera pensar que he dejado que esta mala compañía sea parte de mi vida por tanto tiempo. Me han hecho daño de varias maneras, y me encuentro débil y devastado. Por eso, me refugio en ti y pido consuelo. Protege mi corazón.

-Oh Padre, sé que esta realización es una bendición de tu parte. Estás usando estas relaciones fallidas en mi vida para enseñarme una lección para que pueda ser más sabio. Te agradezco esta sabiduría que me permite reconocer a las personas verdaderas en mi vida.

-Querido Gran Señor, bendíceme para que pueda vencer esta ingenuidad que me mantiene en las sombras y deja que otras personas se aprovechen de mí. Acompáñame cuando trato de elegir a mis amigos con más cuidado y muéstrame si tengo razón o no en mi juicio.

-Padre todopoderoso, te ruego hoy para que siempre cuides de mis actividades. Siempre debo asociarme con personas que sean buena compañía. Incluso si no puedo hacer eso, debo abstenerme de mezclarme con gente mala de la que no tendré nada que aprender. Manténgalos alejados.

-Dios mío, creo que es mejor quedarnos solos y concentrarnos en nosotros mismos que estar mal acompañados. Ayúdame para que pueda edificarme así. Hazme darme cuenta de que no estoy perdiendo amigos, sino que estoy entendiendo quiénes son realmente mis amigos.

-Querido Señor, bendíceme para que pueda tener suficiente autoestima para alejarme de las cosas y personas que no me sirven de nada. Permíteme despegarme de lo que obstruye mi crecimiento o me quita la paz mental y la felicidad. El desarrollo es el único objetivo en la vida.

-Padre, en el ajetreo de nuestra vida diaria, hemos olvidado la importancia de ‘pensar y reflexionar’. Dame la sabiduría para ser lento y sabio cuando decido ser amigo de alguien. Permítanme evaluar sus cualidades y luego decidir si quiero esta amistad o no.

-Oh Buen Dios, algunos amigos en mi vida solo se fijan en mis defectos, y se esfuerzan por señalarme en qué aspectos soy imperfecto. Esto puede deprimirme y desalentar mi buen humor. Ayúdame a alejarme de estas personas que califican como malas compañías.

-Bendito Señor, creo que si paso demasiado tiempo en malas compañías, arruinará todos los buenos hábitos que he desarrollado hasta ahora. Te ruego que me dejes de estar equivocado. Llévame de vuelta a la forma correcta de pensar donde no puedo pecar.

-Buen Padre, una de las mayores desventajas de estar demasiado tiempo en mala compañía es que nos aleja de usted. Estas personas desconocen tu Espíritu Santo y nos imploran que nos alejemos también de tu influencia. Protégenos de esta gente, Señor.

-Querido Dios, te pido que me protejas del amigo que trata de calumniarme en secreto. No dejes que el orgullo tóxico y la altanería de tales personas prevalezcan en mi mente. Permíteme encontrar refugio en tu espíritu dichoso y enorgullecerme de mi fe en tu gracia.

-Padre bueno, preséntame a personas que me sirvan con todo lo bueno que me falta. Permítanme ser amigo de aquellas personas que han vivido sus vidas con integridad y moralidad. Ellos me ayudarán a acercarme a ti y vivir en tu presencia.

-Oh Dios bendito, cuanto más me mantengo en contacto con gente mala, más problemas me trae. Me separará de los buenos amigos que tengo, y ni siquiera sería capaz de comprender mi pérdida. No dejes que estas personas me tienten a lastimar a otras personas.

-Oh Señor Todopoderoso, me encuentro rodeado de personas que son malas y que solo hablan el lenguaje del engaño. Sus palabras son engañosas y me encuentro cayendo gradualmente en la trampa. Entonces, te ruego que me salves y me muestres la salida de este problema.

-Dios mío, las personas malas en mi vida, me mienten constantemente, y solo hablan de odio y desesperación. Me encuentro atacado por ellos sin razón alguna. Protégeme de su destrucción y llévame a la luz. Solo tú puedes salvarme, y confío en ti.

-Bendito Padre, en medio de todas las malas compañías, encuentro insultado el calor de mis amigos. Acusan a tu hijo sin razón, y no encuentro fuerzas para protestar. Te pido que seas mi armadura protectora y me protejas de su mala influencia. Sé mi fuerza, Señor.

-Amado Señor, tengo fe en mí mismo porque soy un hombre de oración y te tengo velando por mí todo el tiempo. Por lo tanto, aléjame de cualquiera que trate de pagar mis buenas obras con sus malas acciones y difunda el odio contra mi compasión a todas las personas.

-Buen Padre, esta gente difunde malas palabras sobre mí para destruir mi reputación. Me dicen cosas que no quieren decir en sus corazones. Ayúdame a no ser afectado por sus posturas y actividades malvadas y a ponerme por encima de todos estos chismes y rumores insignificantes.

-Amado Señor, me encuentro traicionado por mis amigos más cercanos, y esto me duele mucho. Te ruego que me des la fuerza para luchar contra este tira y afloja mental, sabiendo en mi corazón que no he hecho nada malo. No importa quién se vuelva contra mí, te tendré.

-Bendito Dios, incluso divertirme en las malas compañías será un gran pecado. Entender las malas influencias pero no hacer nada al respecto no me traerá nada bueno. Ayúdame a ser fuerte para enfrentar a mis enemigos y mantenerme firme, pase lo que pase, mientras lucho con hombres pecadores.

-Amado Señor, estas personas han puesto sus corazones en emboscar almas inofensivas y destruir su paz y confianza. Te ruego que erradiques estos poderes malignos que intentan quitarnos el optimismo y hundirnos en la depresión. Guíanos para que nos mantengamos alejados de tales personas.

-Oh Dios, instrúyeme para que pueda identificar la verdadera naturaleza de las personas en mi vida bajo la máscara de su bondad y benevolencia. Bendíceme para que no confíe en sus palabras que suenan bien pero también trate de entender lo que realmente quiere transmitirme.

-Querido Padre, no me deje halagar por las cosas bonitas que me dicen estas malas personas. Déjame entender que siempre existe la posibilidad de que alberguen engaño en sus pensamientos y acciones. Déjame poder reflexionar en sus corazones que capturen sus verdaderas imágenes.

-Oh buen Señor, evita que me conecte con personas que no son ideales en su carácter y que viven sus vidas desviándose de tus mandamientos. Yo creo que quien no te tiene en el alma lleva una vida impura y dispersa, y yo no tengo nada que sacar de ellos.

-Padre, bendíceme con tu sabiduría para que pueda evitar ser amigo de personas que no tienen control sobre su temperamento y se portan mal con las personas sin razón alguna. No tiene sentido alentar a un exaltado y dejar que abusen de nosotros. Terminaremos aprendiendo sus formas en su lugar.

-Oh Bendito Dios, creo que las personas que son malas compañías son simplemente tontos porque asumen que entienden el mundo más que nadie. No valoran el conocimiento, por lo que se aleja de ellos. Siempre debo mantener mi distancia porque arruinarán mi sabiduría innata.