50 Oraciones Edificantes Para El Contentamiento

La gracia del contentamiento es muy importante para cada persona. Aunque difícil de conseguir, nos da paz mental y una mejor comprensión del mundo. El Señor Todopoderoso nos enseña las formas ideales de estar contentos en la vida, y debemos orar a Él para que nos bendiga todos los días.

Aquí Hay Oraciones Edificantes Para El Contentamiento

-Oh Amado Señor, te ruego que me mantengas enfocado en tu Santidad hoy. Permíteme mantener siempre mis ojos en ti para que las distracciones de este mundo no puedan abrumarme con todo lo que tienen para ofrecer. Déjame estar contento con las cosas que ya tengo.

-Amado Padre, en todos los aspectos de mi vida, dame paz y satisfacción para que pueda disfrutar de la belleza de esta vida sin quedar atrapado en la prisa por ganar más. Siempre nos has mostrado el camino correcto, por lo que confío en que me guiarás ahora también.

-Buen Dios precioso, te pido con tanto fervor que evoques el espíritu de contentamiento en mi alma para no estresarme por asuntos que no importan mucho en nuestra vida. Permítanme enfocarme más en las pequeñas cosas que pueden hacernos felices y satisfechos.

-Oh Creador Celestial, te pido que me mantengas regocijándome en tu alegría pura a lo largo de mis días para que ningún estrés o ansiedad pueda entrar en mi mente o perturbar mi corazón. Permíteme glorificar tu Santo Nombre a través de mi Espíritu de contentamiento que mantiene mi alma pacíficamente tranquila.

-Dios bondadoso, por todo lo que has hecho para mantenernos felices y privilegiados, quiero devolverte el honor que mereces llevando una vida llena de tu gracia. Quiero que mi vida sea un ejemplo del cumplimiento de tus Santos Mandamientos para vivir una vida mejor.

-Padre Amado, cada mañana, cuando me levanto para comenzar mi día, te pido que me bendigas con tu eterna presencia en mis pensamientos y acciones. Quiero que vayas donde yo vaya y me guíes por el camino correcto a seguir con tu Santa protección.

-Oh Bondadoso Maestro, siempre he luchado contigo en cada paso de este viaje de mi vida. Has sido un amigo constante al que puedo recurrir cuando lo necesito, y nunca me has decepcionado. Siempre te buscaré para la alegría de mi corazón.

-Amado Señor, te ruego que me permitas tener contentamiento en todos mis esfuerzos. No importa lo que haga, debo estar satisfecho con la forma en que me desempeño con dedicación y disciplina y también con los resultados que se cosechan después de que se realiza el trabajo. Busco tu gracia.

-Dios mío, cuando el mundo alrededor tiene tantas cosas que ofrecer, es muy difícil lograr la satisfacción. Siempre buscamos formas de ganar más, y esto no es más que una trampa. Oramos a tu Espíritu Santo, que puede protegernos de ser atraídos a estas atracciones.

-Oh Misericordioso Todopoderoso, la incapacidad de estar contento con lo que uno tiene lleva a uno a quedarse corto en su vida, y no quiero que esto me pase a mí. Incluso si las cosas se desmoronan a veces, te pido que me rescates y me lleves de vuelta al camino correcto.

-Querido Señor Amado, siempre elijo caminar por mi vida con tu Santa sabiduría en mi corazón, que es el valor del contentamiento en la vida. Has hecho mi vida más fácil mientras me niego a quedar atrapado en el torbellino de obtener más de lo que necesito para sobrevivir.

-Oh Padre Amoroso, la vida naturalmente nos dará situaciones desafiantes. Tendría que enfrentar pruebas, pero debemos aprender a considerarlo como una prueba de nuestra fe. Te ruego que nos des la perseverancia para que pueda pasar estas pruebas y demostrar que soy digno de tu amor.

-Buen Maestro, ser bendecidos con el poder de estar contentos con las cosas que tenemos en nuestra vida da un sentimiento de pura alegría y paz en nuestros corazones que es inexplicable. Te agradecemos por dejarnos sentir así y mostrarnos qué valores nos importan.

-Bendito Creador, te pido que me ayudes a ser paciente ya que tu Camino Santo obra en mi alma y me prepara de manera que pueda ser una persona más madura. Permíteme creer siempre que lo tengo todo y que nada me falta.

-Oh Gran Salvador, siempre has trabajado sin descanso para asegurarte de que solo nos sucedan cosas buenas. Bendícenos para que siempre podamos amarte con honestidad y aprecio en nuestros corazones y nunca perder la confianza en tus buenos deseos para nuestro bienestar. Toda la gloria a tu Espíritu.

-Amable buen Señor, permítenos recordar siempre que cuando tú eres nuestro Proveedor, no necesitamos pasar necesidad. Siempre nos has dado todo lo que necesitamos en la vida, y con tu bb;iss en nuestros corazones, llevaremos una vida contenta con los dones que hemos recibido. 

-Buen Gracioso Maestro, no importa cuánto lo intentemos, siempre parece difícil aprender las formas ideales de estar contento. Nuestros corazones nunca están satisfechos y siempre terminamos queriendo más. Te pedimos que vengas a nosotros y nos guíes en los aspectos que nos faltan.

-Precioso Todopoderoso, nos gustaría agradecerte por ser tan misericordioso con nosotros. No solo nos has bendecido con los privilegios de las cosas mundanas, sino que también nos has enriquecido espiritualmente. Debido a tu Espíritu Santo, tenemos piedad y aprecio por esta vida bendita en nuestras almas.

-Oh Gran Protector, muchas veces me he enfurecido al darme cuenta de que no me has dado lo que te había pedido. Pero, con tus bendiciones, comprendí más tarde que estaba destinado a mi bienestar. Sólo nos has dado cosas que genuinamente necesitábamos y pedíamos con justicia.

-Oh Salvador Misericordioso, gracias por ayudarme a darme cuenta de que los deseos de nuestro corazón son verdaderamente satisfechos cuando te buscamos en nuestras almas. El objetivo final del contentamiento es tener tu presencia reconfortante en nuestro espíritu. Gracias por permitirme alejarme de los lujos mundanos.

-Oh Buen Padre, siempre me has bendecido con tu sabiduría innata que me ha guiado a nunca ser influenciado por las posesiones materialistas de otras personas a mi alrededor. Gracias por enseñarme que lo importante es enfocarme en mí mismo y hacer crecer los recursos que me has dado.

-Señor bendito, te pido que me enseñes a llevar mi vida con honor sin caer presa de las falsas promesas de prestigio y gloria en el miedo. Aléjame de codiciar riquezas o personas en mi vida. Nunca me dejes pensar en mis debilidades, mis incapacidades y defectos.

-Querido Buen Dios, a menudo nos asaltan las angustias y las incomodidades cuando no somos capaces de apreciar nuestros privilegios. Te ruego que me recuerdes constantemente que muchas personas no pueden pagar las cosas que ya tengo. Evoca el Espíritu de gratitud dentro de mi alma para que mi corazón esté en paz.

-Padre Amado, te pido que me des tu Espíritu vigilante para que pueda identificar que bajo el atractivo resplandeciente de mi codicia, no hay más que mera idolatría. Permíteme tener el coraje de rechazar esta tentación de ganancia y aprender a vivir mi vida con satisfacción.

-Querido Señor Todopoderoso, permíteme aprender de tus casos prácticos en los que has muerto para pagar por nuestros pecados y dar el ejemplo perfecto de sacrificio. Permíteme saber que cuando soy bendecido con tu amor y compasión, tengo la libertad de estar satisfecho en la vida.

-Bendito Creador misericordioso, prometo llevar mi vida a la luz que me muestra tu Espíritu Santo, hacer buenas obras que traigan gloria tanto a ti como a mí, y nunca sufrir ninguna forma de descontento. Adopto el principio de que estar espiritualmente satisfecho es más valioso que los meros placeres materialistas.

-Amada Celestial Maestra, estoy muy agradecida de conocer tus Sagrados Versos que son perfectos y magníficos y me han dado la fuerza para ignorar las lujosas ofrendas de este hermoso mundo. Estoy agradecido de tener un guardián fiel que cuide de mí y proteja mi alma.

-Señor Todopoderoso, hoy te pido que nunca me abandones de tu gracia compasiva que ha invocado el Espíritu del desprecio en mi alma y me ha ayudado a llevar una vida más feliz y más fácil. Has entendido nuestras necesidades y has provisto generosamente para todas nuestras necesidades regulares.

-Oh buen Padre, te pido que me enseñes el valor del contentamiento también en mis relaciones. Mantenme alejado de pensar demasiado en cosas y crear estrés en mis comunicaciones con las personas de mi vida. Mantenme bien equilibrado para que pueda mantener estas relaciones con perfección.