El período de estar endeudado puede ser difícil para cualquier persona. En primer lugar, nuestras mentes están siempre ocupadas por la ansiedad y el miedo de lo que pueda pasar, y no hay paz en nuestros corazones. Lo ideal es orar a nuestro Señor para que nos ayude a salir adelante.
Aquí Hay Oraciones Edificantes Para Evitar Deudas
-Oh Poderoso Señor, como me encuentro atribulado por problemas financieros relacionados con la deuda, pido tus bendiciones. Por favor, ven a mí con gracia financiera para que pueda superar esta difícil situación y resolver todos los problemas actuales de mi vida. Por favor, sé mi escudo durante este tiempo.
-Amado Padre, siempre has provisto para todas nuestras necesidades y nos has dado todo lo que hemos querido. Admito que me he equivocado y que no he podido usar mis recursos sabiamente. Te pido disculpas por mi negligencia y te pido que me indiques el camino correcto.
-Glorioso Dios, siempre me has salvado de caer en cualquier escollo que se me presentó en la vida. Como mi mente está cargada de deudas, busco tu refugio. Prometo trabajar más duro y remediar la situación, pero quiero que me ayudes y que siempre estés ahí para mí.
-Bendito Todopoderoso, no hay nadie en este mundo en quien pueda confiar tan fácilmente como confío en ti. No tengo nada que ocultarte, y ya conoces mis debilidades. Te pido que vengas y me guíes a través de la forma correcta de hacer frente a mis deudas.
-Buen Creador, siempre he tenido una fe inmensa en tu poder, y siempre he creído que cumplirás cada promesa que has hecho. Por lo tanto, les pido que mantengan su palabra de proteger a sus hijos cuando estén en problemas y llevarlos de regreso al camino correcto.
-Querido Dios, nos has enseñado que en una situación difícil, debemos aprender a estar tranquilos y abordar nuestros problemas con sabiduría. Bendíceme para que pueda seguir tus palabras y hacer lo que me has indicado mientras resuelvo el problema de la deuda que tengo. Toda la gloria a tu Nombre.
-Buen Señor, ayúdame a mantener mi corazón y mi alma dirigidos hacia ti mientras paso por el tema de la deuda. Permíteme recordar tu Santa imagen en mi alma y cada palabra que has dicho para que pueda salir de esta fase con nada más que victoria y satisfacción.
-Bendita Maestra, te pido que me recuerdes en todo momento que cuando estás ahí para cuidarnos, no debemos preocuparnos por nada. Tomarás nuestros problemas y los resolverás con tu Santa Sabiduría. Bendícenos para que siempre podamos tener fe en ti.
-Santo Padre, aunque mi mente está preocupada por la situación de deuda que estoy atravesando, elijo tener paz en mi corazón sabiendo que me estás cuidando y que siempre me ayudarás a superar todos mis problemas. Comiste del Eterno Salvador, y confío en ti.
-Amable Buen Señor, hoy pongo todos los problemas económicos en las manos de tu Santo Espíritu. Confío en tu Camino Sagrado y creo que lidiarás con esto de una manera más eficiente que yo. Tú tienes el poder soberano en el mundo, y nosotros somos tus hijos benditos.
-Oh buen Dios, siempre me has mantenido económicamente seguro, pero ahora me encuentro en una situación difícil. Hay muchas deudas que debo pagar, y admito que todo esto es culpa mía. Te ruego que me asegures que todo saldrá bien.
-Amado Salvador, tú siempre nos has bendecido con las cosas buenas de la vida, y si no hemos sabido comprender su gran valor y utilizarlas adecuadamente, es porque somos pecadores. Nunca podremos disculparnos lo suficiente por esto, pero te rogamos que seas misericordioso con nosotros.
-Buena Fe, por favor ven a través de mí y devuélveme mi estabilidad financiera. Este tema de la deuda me ha quitado toda la paz mental, y estoy constantemente preocupada. Me siento desesperado y no puedo encontrar una salida. Sólo puedo orar a tu Espíritu Santo por ayuda y consuelo.
-Bendita Protectora, en todos los aspectos de mi vida, he tenido la suerte de recibir tu gracia y guía. Por eso, cuando me encuentro atormentado por temas de deudas, busco nuevamente tu Espíritu Santo porque eres mi refugio más seguro, y solo tú puedes rescatarme de esta situación incierta.
-Querido Señor, este momento difícil está poniendo a prueba mi fe en tu Espíritu Santo. Te ruego que me protejas de perder mi fe en tus poderes majestuosos, pase lo que pase. Si mantengo la confianza en tus Santos Caminos, seré inmune a todo peligro que me espera.
-Padre Amado, el verdadero propósito de vivir esta vida es mantenerte conectado con tu Ser Supremo. Te pido que me guíes para que siempre pueda dirigir mi corazón hacia tu Santa presencia. Permíteme buscarte en todos mis problemas y hacer lo que me indiques.
-Precioso Creador, me avergüenza pensar que no he aprendido nada de tu Espíritu Santo que hable de justicia y de valor propio. He subestimado tu influencia en mi vida y soy culpable. Permíteme arrepentirme de mis errores y abordar la causa por la que he hecho mal.
-Buen Maestro, me pesa en el corazón pensar que mis problemas de deudas han puesto a mi familia y allegados en un tumulto y en un sinfín de angustias. Están sufriendo por mis errores, y siento pena por mí y por ellos también. Por favor, ayúdame a arreglar todo de nuevo a la normalidad.
-Bendito Todopoderoso, también te agradezco por enviarme personas en mi vida que constantemente me apoyan durante mi crisis y tratan de ayudarme en todo lo que pueden para rescatarme de mi situación de tesis. Les estoy agradecido por todo.
-Señor Amado, aun en medio de todo el estrés y la tensión que atraviesa mi mente y mi corazón, elegí creer en tu promesa de sustentar a todos tus benditos hijos. Estoy preocupado, pero también un poco aliviado de sentir tu presencia cerca de mí en cada momento de esta situación.
-Oh Amado Salvador, tu obra divina siempre se ha manifestado en varios aspectos de nuestra vida. La fe me ha mantenido en los momentos más difíciles de mi vida hasta ahora. Hoy, oro por tus milagros para resolver mis problemas de deuda. Por favor, ayúdame con tu poderosa gracia.
-Gracioso Protector, prometo seguir tus Santos Mandamientos en cada segundo de mi vida una vez que supere este problema de la deuda. Prometo mantener mi palabra, al igual que tú. Haré todo el buen trabajo que sea necesario para pagar este gran pecado que he cometido.
-Padre Amado, estoy dispuesto a luchar tanto como sea necesario para resolver mis problemas de deuda financiera porque es tu Santa Palabra la que siempre me ha instruido a nunca rendirme. No perdería la confianza en mí mismo y en tu Camino que trabaja constantemente para ayudarme en esto.
-Oh Bondadoso Señor, te ruego que seas mi pilar de fortaleza más fuerte. Te pido que me bendigas con amor y entusiasmo para que pueda pasar esta fase sin esfuerzo. Busco tu Espíritu Santo para que me motive y me muestre el Camino que debo conducir ahora.
-Amado Celestial Todopoderoso, no pido ser privilegiado de tus riquezas porque quiero pagar mis deudas yo mismo. Solo quiero que estés ahí para mí para animarme a trabajar más duro y honestamente para que pueda aprender a ser autosuficiente y resolver mis problemas.
-Buen Dios, después de que haya logrado la estabilidad financiera, quiero que me sigas cuidando para que ya no termine endeudado. Quiero que siempre me mantengas alejado de ser entregado a actividades que puedan endeudarme. Enséñame el valor de la satisfacción.
-Oh Bondadoso Maestro, siempre nos has enseñado cómo la codicia y el egoísmo pueden hundirnos en las tinieblas del mal. Entonces, pongo mis finanzas ante ti y te pido que tomes el control sobre ellas para que siempre esté protegido de los factores que intentan desafiar mi autocontrol financiero.
-Precioso Creador, te pido que nos bendigas a mi familia ya mí para que podamos trabajar duro para lograr un ingreso estable que sea suficiente para proveer nuestras comodidades básicas. Permítenos mantener nuestros ojos en tu Espíritu Santo de consuelo y satisfacción en lugar de buscar más.
-Oh Salvador Amado, te estoy muy agradecido por el estado financiero en el que me encuentro actualmente. Me has dado todo lo que necesitaba, y no quiero nada más que asegurarme un lugar en tus reconfortantes brazos. Por favor quédate conmigo para siempre y sigue colmándome con tu compasión.