Necesitas hacer cosas difíciles para ser feliz en la vida.
Porque las cosas difíciles finalmente te fortalecen y cambian tu vida de adentro hacia afuera.
El estrés diario es una de las principales causas de los problemas de salud mental y física en nuestras vidas: puede causar enfermedades cardíacas, ansiedad, privación del sueño, problemas de peso, infelicidad e incluso depresión profunda.
Pero estamos ocupados: todos tenemos lugares donde estar, cosas que hacer y personas que ver.
Entonces, ¿cómo podemos aliviar el estrés y seguir haciendo bien nuestro trabajo sin descuidar a nuestros seres queridos y a nosotros mismos?
¿Qué podemos comenzar a hacer de manera realista hoy para nutrir nuestra salud mental y nuestro bienestar general?
Voy a ser breve sobre esto, porque el tiempo es esencial.
Hay ocho cosas simples (pero no fáciles) que deben practicarse.
Unos pocos cambios de mentalidad y un par de acciones que toman solo unos minutos al día.
Estos no pueden resolver los problemas más severos relacionados con el estrés, pero pueden ayudarnos a la mayoría de nosotros de manera importante.
1. Concéntrate en una tarea a la vez.
En lugar de estar en un estado mental estresante con múltiples tareas, toma tu próxima tarea y deje todo lo demás y simplemente concéntrate en esta tarea.
Sumérgete en esta tarea dejando de lado la sensación de que necesitas apresurarte porque necesitas pasar a la siguiente tarea que te espera. Siempre habrá una próxima tarea, son interminables.
Conclusión: disminuya la velocidad. Respira. Revisa tus compromisos y objetivos. Pon primero lo primero. Haz una tarea a la vez. Toma un descanso de 5 minutos en una hora y recuerda que los resultados son más importantes que el tiempo que lleva alcanzarlos.
2. Deja de controlar lo que no se puede controlar.
El miedo está causando que estés estresado, no los factores externos como tus obligaciones laborales o problemas familiares.
Esos factores externos son solo una parte de la vida pero se vuelven estresantes cuando temes el fracaso, temes que a la gente no le gustes, temes que no seas lo suficientemente bueno, temes el abandono, etc.
Tus miedos se basan en una fantasía en tu cabeza sobre cómo se supone que deben ser las cosas y temes que tu vida no esté a la altura de esa fantasía.
Estas fantasías son una forma de sentirse en control de un mundo que en realidad no controlas, pero te están lastimando al causar miedo y estrés.
Mejor suelta el control. Esta bien con el caos y la incertidumbre y confía en que las cosas saldrán bien. Temerás menos y sentirás menos estrés.
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3. Acepta a las personas tal y como son y sonríe.
Nos enojamos con los demás porque no cumplen con nuestra fantasía de cómo “deberían” actuar.
Mejor trata de aceptarlos por lo que son y reconoce que como tu son imperfectos y buscan la felicidad y luchan por encontrarla.
Están haciendo lo mejor que pueden. Acéptalos tal y como son.
En la mayoría de los casos es imposible cambiarlos de todos modos. Así que ahórrate el estrés innecesario …
En lugar de tratar de cambiar a otros, bríndales tu apoyo hoy y sé el ejemplo.
4. Realizar prácticas breves de atención plena.
No tienes que meditar durante 30 minutos para obtener los beneficios de la atención plena:
- Puedes hacer una exploración rápida del cuerpo (concéntrate en tu cuerpo y observa cómo se siente cada parte en ese momento) en 30 segundos.
- Puedes prestar atención a tu respiración durante 60 segundos (escúchala y siéntela).
- Puedes observar tus pensamientos sobre inquietudes, miedos, juicios, dudas e ideales por un minuto (reconoce que estos pensamientos son simplemente pensamientos; no necesitas creerlos ni reaccionar a ellos).
- Puedes caminar conscientemente, prestando atención a tus pies, tu cuerpo, tu respiración y tu entorno, mientras camina.
Puedes realizar cada una de estas prácticas breves de atención plena en pequeños momentos cuando las necesite durante el día.
5. Elimina los pensamientos falsos.
Debes aprender una nueva forma de pensar antes de que puedas dominar una nueva forma de ser. Detrás de cada sentimiento estresante hay un pensamiento falso. Antes del pensamiento no estabas sufriendo, pero después del pensamiento comenzaste a sufrir. Cuando reconoces que el pensamiento no es verdadero, una vez más no hay sufrimiento. Cuando cambias tus pensamientos, cambias tu vida. Así que la próxima vez que captes un pensamiento que te estresa, hazte estas cuatro preguntas:
- ¿Es verdad? – Esta pregunta puede cambiar tu vida. Quédate quieto y pregúntate si el pensamiento con el que estás lidiando es cierto.
- ¿Puedo estar absolutamente seguro al 100% de que es verdad? – Esta es otra oportunidad para abrir tu mente y profundizar en lo desconocido, para encontrar las respuestas que viven debajo de lo que crees saber.
- ¿Cómo me siento cuando pienso en este pensamiento? – Con esta pregunta, comienzas a notar causas y efectos internos. Puedes ver que cuando crees en el pensamiento, hay una perturbación que puedes variar desde una leve molestia hasta el pánico y el miedo. ¿Qué sientes? ¿Cómo tratas la situación (o la persona) en la que estás pensando, cómo te tratas a ti mismo, cuando crees en ese pensamiento? Se específico.
- ¿Quién sería y qué haría diferente si no estuviera pensando en este pensamiento? – Imagínese en su situación (o en presencia de esa persona), sin creer el pensamiento. ¿Cómo sería tu vida diferente si no tuvieras la capacidad de siquiera pensar este pensamiento estresante? ¿Cómo te sentirías? ¿Cuál prefieres, la vida con o sin el pensamiento? ¿Cuál se siente más tranquilo?
6. Elimina conscientemente las comparaciones innecesarias.
A veces, la razón por la que luchamos con el estrés y la inseguridad es porque comparamos nuestras circunstancias detrás de escena con los demás.
No compares tu Capítulo 1 con el Capítulo 15 de otra persona. Sigue tu propio camino, escribe tu propia historia de vida y nunca te des por vencido.
La próxima vez que te encuentres comparando la situación de tu vida con la de otra persona, consulta estas dos fórmulas:
- Fórmula de la felicidad = Haz lo mejor que puedas y siéntete bien al respecto.
- Fórmula de la infelicidad = compárate con los demás.
7. Haz un seguimiento de lo que va bien y da las gracias.
Pasar por alto todo lo maravilloso es una tragedia. Te será difícil ser feliz si no estás agradecido por las cosas buenas de tu vida en este momento.
Aquí hay un ejercicio de gratitud diario de cinco minutos que ha funcionado de maravilla:
Todas las noches, antes de acostarte, escribe tres cosas que salieron bien durante el día y sus causas. Escribe una explicación breve de cada cosa buena.
Eso es. Gastamos decenas de miles de dólares en productos electrónicos caros, casas grandes, autos lujosos y vacaciones lujosas con la esperanza de un impulso de felicidad. Esta es una alternativa gratuita y funciona.
8. Usa tu cuerpo.
Lo dije antes y lo diré nuevamente, tu cuerpo es el mejor instrumento que tienes. Entonces, cuando todo lo demás falla y tus niveles de estrés están aumentando, usa tu cuerpo para calmar tu mente.
La mente se refleja en tu cuerpo respondiendo a sus niveles de tensión, ritmo de respiración, velocidad de movimiento y concentración mental.
Del mismo modo tu cuerpo se refleja en tus pensamientos, sentimientos, estado de ánimo y responde a tu estado mental, las preguntas que haces y las palabras que hablas.
Entonces, si la mente y el cuerpo están intrínsecamente conectados, lo que significa que uno tiene un efecto directo sobre el otro, queda claro que si tomamos el control directo y consciente de uno, influirá y transformará al otro.
Al ajustar conscientemente la forma en que usas tu cuerpo, puedes influir directamente en tu estado mental y transformar dramáticamente tu actitud.
En pocas palabras: ¡ toma el vehículo que tu creador te ha dado y úsalo! Tu cuerpo es la mejor herramienta para cambiar tu actitud y aliviar el estrés en un instante.
Pensamientos finales
Si todavía estás buscando hacer cambios positivos después de hacer las ocho cosas anteriores, tengo algunas recomendaciones más:
- Elimina las tareas innecesarias de tu lista de tareas pendientes.
- Reduce tus compromisos diciendo “no” cuando sepas que debe hacerlo.
- Comienza una práctica regular de meditación de 10 minutos.
- Encuentra prácticas adicionales de atención plena para probar.
- Hacer ejercicio regularmente.
- Come más saludable.
- Pasa tiempo de calidad con tus seres queridos, diariamente.
- Dormir más.
Y recuerde que la mayoría de las personas lidian con el estrés de la manera más fácil e insalubre: beber alcohol, fumar cigarrillos, comer dulces, discutir con la gente, mirar televisión sin pensar, posponer las cosas, etc.
Irónicamente, estas actividades a menudo causan aún más estrés y angustia mental. Así que no tomes el camino fácil.
¡Comienza a hacer las cosas difíciles que sabes que necesitas para ti!
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