“La vida no se trata de esperar a que pase la tormenta,
se trata de aprender a bailar bajo la lluvia.”
―Vivian Greene
Yo he lidiado con varias dificultades personales de diversos grados.
Estas experiencias fueron brutales.
Cada una de ellas, como era de esperar me derribó y me desvió del rumbo durante un período de tiempo.
Pero cuando mi tiempo de luto terminó en cada circunstancia individual, avancé más fuerte y con mayor comprensión y respeto por la vida.
Aquí hay algunas lecciones vitales que aprendí.
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Formas de mantener la paz interior en los momentos difíciles:
1. Aprende a confiar en ti mismo.
“No es tan malo como a veces piensas que es. A medida que sanes y crezcas, todo funcionará. Relájate y confía en ti mismo “.
Escribelo (ve escríbelo ahora que se te olvida) y léelo cada mañana. Porque la verdad es que todo funciona al final. Confía plenamente en ti mismo siguiendo tu intuición y haciendo lo mejor que puedas, y luego avanza paso a paso con fe y confianza en el futuro. La vida no te abandonará. El amor, la persistencia y el trabajo duro combinados rara vez extravían a una persona a largo plazo.
Si tienes fe en tus habilidades, si te mantienes fiel al camino que se siente bien, si canalizas tu pasión hacia la acción, finalmente lograrás un gran avance. Tan pronto como confíes en ti mismo, sabrás cómo sanar y crecer.
2. Enfócate en lo que estás aprendiendo.
Los errores y los contratiempos son simplemente una forma de práctica.
Si el camino es fácil y libre de baches, es probable que vayas por el camino equivocado. Los baches en el camino te enseñan lo que necesitas saber para avanzar por un camino que es todo tuyo. A veces las cosas tienen que ir mal para ir bien. A veces es necesario cambiar una llanta desinflada o dos antes de poder seguir adelante.
Tu viaje no se supone que sea fácil, se supone que vale la pena. Luchar es crecer. No hay un camino perfectamente liso hacia un lugar que valga la emoción ir.
3. Alivia tus expectativas.
La vida no tiene la obligación de darte exactamente lo que esperas. Lo que sea que estés buscando rara vez vendrá en la forma que esperas. No te pierdas el forro de plata porque esperabas oro.
Debes ver y aceptar las cosas tal como son, en lugar de lo que tú esperabas y deseabas que fueran. El hecho de que no haya resultado como lo habías imaginado, no significa que no sea exactamente lo que necesitas para llegar a donde quieres ir.
4. Ábrete a alguien en quien confíes.
No estás solo deja entrar a alguien especial cuando estés en un lugar oscuro. Tú sabes quién es esta persona. No esperes que te resuelvan tus problemas. Solo permíteles enfrentar tus problemas contigo. Dales permiso para estar a tu lado. No necesariamente podrán sacarte del lugar oscuro en el que te encuentras, pero la luz que se derrama cuando entran al menos te mostrará en qué dirección está la puerta.
Lo importante que debes recordar es que no estás solo. No importa qué tan extraño o avergonzado o patético te sientas por la situación, hay alguien en tu vida que ha lidiado con emociones similares y que quiere ayudarte. Cuando te escuchas decir: “Estoy solo”, son solo tus inseguridades que intentan venderte una mentira.
5. Usa la esperanza para impulsar la acción positiva.
Solo en la oscuridad puedes ver las estrellas. Las estrellas son esperanza. Búscalas.
Lo menos que puedes hacer en tu vida es descubrir lo que añoras. Y lo más que puedes hacer es vivir dentro de esa esperanza mientras trabajas por lo que deseas. No admires lo que esperas desde la distancia, si no vive en ello. Involúcrate profundamente con los pensamientos y actividades que mantienen viva tu esperanza.
Y no, la esperanza sola no te salvará de la desesperación. La esperanza te permite esforzarte y crecer incluso cuando tus circunstancias están en ruinas. El camino que se construye con esperanza es más agradable que el camino construido en la desesperación, a pesar de que ambos puedan llevarte al mismo lugar en un corto plazo. Pero es el crecimiento positivo que logras en tu camino hacia este lugar provisional que beneficiará a tu destino final.
Se trata del equilibrio: aceptar la realidad sin renunciar a lo que debe hacerse para alcanzar tu destino deseado a largo plazo.
6. Muévete HACIA algo en vez de HUIR.
“¡No pienses en comer ese paquete de galleta de chocolate!” ¿En qué estás pensando ahora? Comer galletas de chocolate, ¿verdad? Cuando te concentras en no pensar en algo, terminas pensando en ello.
La misma filosofía es válida cuando se trata de liberar tu mente de un pasado negativo. Al tratar persistentemente de alejarse de lo que no quieres, te ves obligado a pensar en ello tanto que terminas cargando con su peso. Pero si, eliges enfocar tu energía en moverte hacia algo que sí deseas, naturalmente, dejas atrás el peso negativo a medida que avanzas.
En lugar de concentrarte en eliminar lo negativo, concéntrate en crear algo positivo (que reemplace al negativo).
Leelo de nuevo. Interiorizalo…
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7. Retrocede unos pasos.
Todo parece más simple desde la distancia. A veces simplemente necesitas distanciarte para ver las cosas más claramente.
Eres más de lo que te está molestando. Una parte muy real de ti existe más allá de tus preocupaciones, más allá de tus dudas, independiente de los problemas y frustraciones del momento presente. Retrocede y obsérvate a ti mismo a medida que experimentas cada momento. Ser. Mírate a ti mismo mientras piensas, mientras realizas actividades, mientras experimentas emociones. Tu cuerpo puede experimentar dolor y, sin embargo, ese dolor no eres tú. Tu mente puede encontrar problemas, y sin embargo no eres esos problemas.
Piensa en el desafío más difícil que enfrentas en este momento. Imagina que no eres tú, sino un amigo cercano que se enfrenta a este desafío. ¿Qué consejo le darías? Si pudieras retroceder y, en lugar de ser el sujeto, ver su situación como un observador objetivo, ¿lo verías de manera diferente? Piensa en el consejo que le darías a tu amigo si tu amigo estuviera en tu lugar. ¿Estás siguiendo tu mejor consejo ahora mismo?
No permitas que tus problemas actuales nublen tu pensamiento. Retrocede unos pasos y desea el beneficio de esta distancia, y luego pide un buen consejo sincero.
8. Date tiempo.
Toma todo el tiempo que necesites. La curación emocional es un proceso. No te apresures a través de él. No dejes que los demás te obliguen a hacerlo. Seguir adelante no toma un día. Se necesitan muchos pequeños pasos para poder liberarse de tu pasado roto y tu yo herido.
Hoy toma respiro tras respiro, escalón tras escalón. Nunca permitas que los problemas del pasado te hagan sentir como si tuvieras una mala vida ahora. Solo porque ayer fue doloroso no significa que hoy también lo sea. Nuestras heridas son a menudo las aperturas hacia la parte mejor y más hermosa de nosotros. Hoy tienes la opción de explorar estas partes de ti mismo. Date el tiempo necesario y el permiso para explorar y sanar.
9. Busca el comienzo en cada final.
Un hombre sabio dijo una vez: “Todo nuevo comienzo viene de algún viejo fin”. Hoy es un nuevo comienzo trátalo de esa manera. Deja de pensar en lo que podría haber sido y comienza a mirar lo que puedes ser.
Debes decirte a ti mismo: “Querido pasado, gracias por todas las lecciones de vida que me has enseñado. Estimado futuro, ¡Estoy listo ahora! ”Porque siempre se produce un gran comienzo en el momento exacto en que pensaste que sería el final de todo.
¿Quieres encontrar paz en tu vida? Sigue estos 6 pasos y lo lograrás
Toma una hoja (la misma que usaste del punto #1) para apuntar estos sencillos pasos a la acción. Te lo mereces:
- Escribe todo lo que debes dejar ir.
- Encuentra 3 cosas que te ayudan a relajarte (apuntalas).
- Piensa cómo puedes usar tu tiempo extra en algo que valga la pena.
- Dale espacio a tus sentimientos (positivos y negativos), describe cómo te sientes y porqué.
- Alejate para disfrutar de la naturaleza.
- En la tranquila naturaleza lee este artículo nueva vez.
- Repasa esta hoja.