Cuando las cosas van mal, no te subas en ese barco.
“No quiero sentirme abrumado. Estoy cansado de la ansiedad y el estrés. Con demasiada frecuencia mi mente se consume con pensamientos negativos y mi cuerpo está lleno de tensión física. Duele. No quiero sentirme así. No quiero sentirme como si viviera en un torbellino de agotamiento 24/7. No quiero simplemente “sobrevivir” día a día… “
Esas son las líneas iniciales de un mensaje que escribí en mi diario un par de años atrás. Hoy comparto esto contigo porque, en palabras ligeramente diferentes, literalmente he escuchado este mismo mensaje más de 1,000 veces.
¿Te identificas?
Hasta cierto punto apuesto que si. A veces todos lo hacemos.
Siempre que estoy entrenando a alguien que comparte estos sentimientos, cambio con gracia su enfoque de lo que no quieren a lo que sí quieren.
Porque sé que en lo que nos enfocamos se hace más fuerte en nuestras vidas.
Les recuerdo que su historia de vida es una expresión de lo que ellos creen que son: los pensamientos y las palabras que eligen para expresarse gradualmente conforman el núcleo de su identidad y destino.
Así que déjame preguntarte esto:
- ¿Cómo has escrito tu historia de vida hasta ahora?
- ¿Has puesto el tiempo para desarrollar pensamientos positivos?
Si escucharas a escondidas tu conversación interna o tus conversaciones con otros, ¿escucharías declaraciones que crean felicidad o declaraciones que la empañan?
Tu capacidad para escribir una historia de vida positiva depende de tu lenguaje.
Es tu expresión verbal interna y externa la que hace posible tu alegría y que infunde tu vida con propósito, significado y vitalidad.
Hoy te desafío a reemplazar tus pensamientos y palabras negativas con pensamientos positivos.
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Échale un vistazo a las citas a continuación.
Elige una (o más) que se relacionen con tus problemas actuales, y utilízalas como un mantra repitiéndotelas cada vez que sientas que la negatividad se arrastra dentro de ti:
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Si la grama se ve más verde del lado del vecino… Deja de mirar. Deja de comparar. Deja de quejarte y comienza a regar la grama en la que estás parado.
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La satisfacción no es siempre el cumplimiento de lo que quieres; es la realización de cuán bendecido eres por lo que tienes.
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A veces solo tienes que mirar hacia atrás a tu pasado y sonreír sobre lo lejos que has llegado.
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El hecho de que no haya durado para siempre, no significa que no valió la pena.
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Por todo lo que has perdido, has ganado algo más. Aprecia lo que tienes hoy. La vida no tiene que ser perfecta para ser maravillosa.
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El hecho de que estés luchando no significa que estés fallando. Todo gran éxito requiere algún tipo de lucha para llegar allí.
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No puedes esperar la victoria mientras planeas la derrota.
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Aunque no puedes controlar todo lo que sucede, puedes controlar tu actitud hacia lo que sucede. Y en eso, dominarás el cambio en lugar de permitir que te domine.
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Usa tus luchas y frustraciones hoy para motivarte en lugar de molestarte. Tú tienes el control de la forma en que ves la vida.
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Deja de golpearte a ti mismo. Eres un trabajo en progreso; lo que significa que llegas poco a poco, no todo a la vez.
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A veces las cosas deben cambiar para que puedas cambiar. A veces debes romper un poco para poder echar un vistazo al interior y ver qué increíble potencial eres. A veces se deben cometer errores para que la sabiduría se pueda ganar. A veces debes superar la angustia para que puedas comenzar a seguir tu corazón nuevamente.
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La verdadera medida de tu éxito es cuántas veces puedes recuperarte del fracaso.
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A veces las decisiones equivocadas nos llevan a los lugares correctos. Para ser creativo y productivo en la vida, primero debes perder tu resistencia a equivocarse.
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Cuando ya no eres capaz de cambiar una situación, tienes el desafío de cambiarte a ti mismo.
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Si sientes que tu barco se está hundiendo, podría ser un buen momento para deshacerte de las cosas innecesarias que lo han estado cargando.
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Entrar a un nuevo camino es difícil, pero no más difícil que permanecer en una situación que ya no encaja o ya no existe.
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La historia de tu vida tiene muchos capítulos. Un capítulo malo no significa que sea el final. Así que deja de volver a leer el malo y pasa la página.
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La verdad es que, a menos que lo dejes ir, a menos que te perdones a ti mismo, a menos que perdones la situación, a menos que aceptes que la situación ha terminado, no puedes avanzar.
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Sí, se requiere un esfuerzo para dejar ir y reenfocar tu vida, pero vale la pena el esfuerzo que pueda reunir.
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Cabeza arriba, corazón abierto. ¡Acercándose mejores días!
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Nunca eres tan bueno como dicen todos cuando ganas, y nunca eres tan terrible como te dicen cuando pierdes. Lo importante es lo que has aprendido y lo que estás haciendo con ello.
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Ten cuidado a quién le das el micrófono y el escenario en tu vida. No solo escuches la voz más alta. Escucha al más verdadero.
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No eres un fracaso porque no puedes ser todo para todas las personas. Eres un humano.
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Nunca permitas que alguien o algo que agregue muy poco a tu vida, controle tanto.
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Nunca entregues tus esperanzas y sueños a las limitaciones trágicas que otros han puesto en sus propias vidas. La visión de tu verdadero destino no reside dentro de la visión de mente estrecha de los detractores. Centrarte en los hechos, no en los juicios.
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No te duermas en tus laureles. ¡Empieza a moverte! Al principio, es posible que no vayas en la dirección en la que sueñas, pero mientras te mueves, estás creando posibilidades.
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Puede que seas la única persona que quede que crea en ti, pero eso es suficiente. Se necesita el brillo de una estrella para perforar un universo de oscuridad. Nunca te des por vencido.
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Anímate, cree en ti mismo y ámate hoy. Nunca dudes de quien eres.
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Tú no eres una víctima. No importa por lo que hayas pasado, todavía estás aquí ahora. Es posible que te hayan desafiado, lastimado, traicionado, golpeado y desanimado, pero nada te ha derrotado. Has sido retrasado pero no negado.
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Tienes que aceptar lo que se te presente, y lo único importante es que te encuentres con lo mejor que tienes para dar. Nada más y nada menos.
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El 99% de las veces, lo único que se interpone entre ti y tu objetivo es la historia fatídica que sigues contando sobre por qué no puedes lograrlo.
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Te pusieron en esta tierra para alcanzar tu mayor ser, para cumplir tu propósito y para hacerlo valientemente.
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Ya sea que digas “puedo hacerlo” o “no puedo”, en ambos casos tienes razón.
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Todos los grandes logros requieren tiempo. Y todos los grandes logros valen tu tiempo.
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La persona que mueve una montaña comienza arrastrando pequeñas piedras.
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Cuando las cosas son difíciles, debes ser más duro. No ores por una vida fácil. Pide por más habilidades que te lleven a tu éxito.
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Si quieres ser feliz y brillante, abandona tu necesidad de tener siempre la razón.
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La preocupación es una pérdida masiva de tiempo y energía. No cambia nada. Todo lo que hace es robar tu alegría y obstaculizar tu capacidad para hacer cambios positivos.
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A veces simplemente tienes que dejar de preocuparte, preguntarte y dudar. Ten fe en que las cosas funcionarán, tal vez no como lo planeaste, sino como debe ser.
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En la vida, generalmente obtienes lo que pides, eventualmente, y rara vez viene en el paquete que crees que debe venir.
