20 Historias Real de Resiliencia Que Te Harán Pensar, Sonreír Y Llorar

“Lo que no nos mata nos hace más fuertes.”

– Friedrich Nietzsche

Las personas más sabias, más amorosas y completas que hayas conocido son las que han sido destrozadas por la angustia.

Sí!, la vida crea a los seres humanos más grandiosos rompiéndolos primero. Su ruptura en pedazos les permite ser afinados y reconstruidos en una obra maestra.

Es el minucioso viaje de desmoronarse y volver a unirse lo que llena sus mentes.

Corazones con un nivel de compasión, comprensión y profunda sabiduría que no se puede adquirir de otra manera.

Qué es Resiliencia:

La resiliencia se refiere a la capacidad de sobreponerse a momentos críticos y adaptarse luego de experimentar alguna situación inusual e inesperada. Piénsalo como volver a la normalidad.

Resiliencia es un término que deriva del verbo en latín resilio, resilire, que significa “saltar hacia atrás, rebotar”.

La resiliencia es una aptitud que adoptan algunos individuos que se caracterizan por su postura ante la superación de una adversidad y de mucho estrés, con el fin de pensar en un mejor futuro.

Las personas que se acercan a esta comunidad en muchos casos llegaron sintiéndose estancados y perdidos, inconscientes de su propia brillantez, cegados al hecho de que sus luchas los han fortalecido y les han dado una mano fuerte y resistente en este mundo loco.

Honestamente, muchas de estas personas son ahora héroes de la vida real. Y continúan siendo luz y fuente de inspiración para otros.

Hoy para honrar a estos campeones, queremos compartir algunas de las historias contigo (con permiso total, por supuesto).

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Siguiendo un formato similar a las historias de true love del artículo anterior, estos son relatos cortos pero increíblemente enfocados en la vida real, la angustia real y la resistencia humana necesaria para dar el siguiente paso.

Definitivamente aquí hay algo que todos podamos pensar, sonreír y llorar:

“Es el 25 de diciembre, pero hoy no es navidad, al menos no para mí. La navidad no llega cuando estás sentado en una habitación de hospital esperando que tu esposa de 25 años se despierte de un coma. Y aunque los médicos son optimistas, todavía estoy aquí orando y esperando pacientemente”.
“Hoy, después del funeral de mi hija, comencé a revisar mi teléfono y a eliminar mensajes de condolencias por dos semanas. Hubo tantos de ellos que posiblemente seleccioné “eliminar todo”, pero un mensaje no se eliminó. Fue uno de los últimos mensajes que mi hija me dejó antes de morir, y aún estaba marcado como ‘nuevo’. A veces mi correo de voz me obliga a escuchar los mensajes antiguos antes de que pueda eliminarlos, así que lo reproduje, aunque realmente no lo hice. No queria en ese momento. Mi hija dijo: “Oye papá, solo quería hacerte saber que estoy bien y que ahora estoy en casa”.
Hoy, hace diez años que mi ex novio, abusador y controlador, vendió mi guitarra favorita, lo que me costó $900 y me costó mucho tiempo ahorrar. La vendió el día que lo dejé. Cuando fui a reclamar mis cosas, estaba orgulloso de haberla vendido a una casa de empeños. Afortunadamente, logré localizar al tipo que la compró en la casa de empeños. El chico era muy dulce y me lo devolvió gratis, con la condición de que lo acompañara a su marquesina durante una hora y tocara la guitarra con él. Agarró una segunda guitarra y terminamos sentados en su galería durante el resto de la tarde tocando música, hablando y sonriendo. Él ha sido mi esposo por nueve años.
“Anoche, justo antes de acostarme, mi hijo, a quien adopté hace tres años a la edad de seis años, me llamó” mamá por primera vez“.
“A principios de esta semana fui a la consulta del médico porque estaba experimentando terribles dolores de estómago. Hicieron algunas pruebas, tomaron sangre y me dijeron que me contactarían en unos días. Supuse que el dolor se debía, al menos en parte, al estrés y la depresión. Hace tres semanas, a la edad de 35 años, mi esposo, el amor de mi vida, murió de un ataque al corazón. Y esta tarde casi me rindo. Saqué la pistola de mi marido, la puse sobre la mesa de la cocina y la miré. Cuando me senté allí, sonó el teléfono, era el médico. Él dijo: “Estás perfectamente sana, estás embarazada.”
“Me tomó años pero cuando finalmente encontré el coraje de divorciarme de él después de décadas de abuso, me sentí sola porque la mayoría de nuestros amigos mutuos continuaron creyendo sus mentiras en lugar de mis moretones y mi depresión”.
“Hace poco perdí el respeto de algunas de las personas que amo y el deseo de suicidarme, cuando finalmente les dije a todos la verdad sobre quién soy realmente y qué he decidido hacer con mi vida”. En pocas palabras, he elegido amarme y honrarme a mí misma, en lugar de convencer a otros para que lo hagan por mí todos los días”.
“Hoy, en mi cumpleaños 47, releí la carta de suicidio que escribí en mi cumpleaños 27 aproximadamente dos minutos antes de que mi novia se presentara en mi apartamento y me dijera: ‘Estoy embarazada’. Honestamente, fue la única razón por la que no lo hice. De repente sentí que tenía algo por lo que vivir. Hoy ella es mi esposa y hemos estado felizmente casados por 19 años. Y mi hija, que ahora es una estudiante universitaria de 20 años, tiene dos hermanos menores. “Volví a leer mi carta de suicidio cada año en mi cumpleaños como un recordatorio para agradecer, estoy agradecido de tener una segunda oportunidad en la vida”.
“Han pasado cinco años desde que mi madre, mi mejor amiga del mundo, tuvo un accidente automovilístico que la llevó a perder toda su memoria a largo plazo desde antes del accidente. Cuando era pequeña, mi madre y yo solíamos citar un libro de Winnie The Pooh como una broma interna. Uno de nosotros preguntaba: “¿Alguna vez has visto volar a un dragón?” Y el otro respondía: “¡Lo he visto, he visto volar a un dragón!”. Esta noche estaba sentada con ella mientras estábamos viendo la televisión y le pregunté al azar. “¿Alguna vez has visto volar a un dragón?” Y ella respondió: “¡He visto volar a un dragón!” Nos miramos el uno al otro por un momento prolongado, y luego ella saltó de su asiento y exclamó: ¡Oh, Dios mío, lo recuerdo! “
“Estoy sentada en la cama de mi hospital esperando que me saquen los senos. Pero extrañamente me siento asi como afortunada. Hasta ahora no he tenido problemas de salud. Soy una mujer de 69 años que se encuentra en la última habitación al final del pasillo antes de que comience la división pediátrica del hospital. En las últimas horas, he visto a decenas de pacientes con cáncer ser trasladados en sillas de ruedas y camas con ruedas. Ninguno de estos pacientes podría ser mayor de 17 años “.
“Mi papá es un sobreviviente de melanoma. Perdió ambos ojos cuando tenía unos 30 años debido a una rara forma de cáncer. A pesar de esto, crió a mi hermana y a mí, y cuidó de mi madre que estaba entra y sale de rehabilitación por alcoholismo y depresión. Mi madre es una alcohólica completamente recuperada ahora, mi hermana y yo nos graduamos de la universidad, y mis padres todavía están juntos y volvemos a ser felices. Estoy seguro de que nada de esto hubiera sido posible si mi padre no hubiera sido una fuerza tan positiva y resistente en nuestras vidas. La fortaleza mental de mi padre literalmente salvó a nuestra familia “.
“Soy un veterano de Irak y Afganistán. Al llegar a casa hace seis años, en mi último viaje a Afganistán, descubrí que mi esposa me había estado engañando y había gastado casi todos nuestros ahorros. No tenía dónde quedarme ni teléfono y sufría graves problemas de ansiedad. Uno de mis amigos cercanos de la escuela secundaria, Shawn, junto a su esposa, al ver que necesitaba ayuda, me acogieron y me dejaron vivir con su familia de cinco integrantes. Me ayudaron a lidiar con mi divorcio y juntar mi vida. Desde entonces, me mudé a mi propio lugar, abrí un restaurante local bastante exitoso y los hijos de mis amigos me llaman tío Jay cuando me ven. “La forma en que me apoyaron y me adoptaron en su familia en mi desesperado momento de necesidad es ahora la guía de cómo intento vivir mi vida”.
“El momento más feliz de mi vida sigue siendo una fracción de segundo hace un año cuando estaba en un coche de 2,000 libras, me di cuenta de que mi esposo y mi hijo de nueve años estaban fuera del vehículo y que estaban absolutamente bien”.
“He estado muriendo de leucemia desde mi cumpleaños 17 . Me enviaron a casa desde el hospital para mis últimas semanas, hace 156 días. Pero ahora estoy de vuelta en el hospital siendo tratado nuevamente, porque mis médicos ahora creen que hay esperanza”.
“Después de tres años de separación, y mucho drama, mi ex esposa y yo finalmente resolvimos nuestras diferencias y nos reunimos para cenar anoche. Nos reímos y charlamos durante casi cinco horas. Luego, justo antes de que nos separáramos, ella me entregó un sobre grande. En ella había 20 cartas de amor que me escribió durante los últimos tres años. Había una nota post-it en el sobre que decía: “Cartas que fui demasiado obstinada para enviar”. Y aún más loca es que le escribí unas cuantas cartas también, y todavía las tengo…
“Ayer, después de completar ocho meses consecutivos de rehabilitación de la depresión en un centro de tratamiento en vivo, pasé mi primer día con mi hija de cinco años. Nos sentamos en la galería de mis padres todo el día haciendo scrapbooking. La vista y el sonido de la risa de mi hija y los placeres simples de cortar papel y poner el pegamento desde nuestras manos son los mejores recordatorios que he tenido en ocho meses de por qué elegí la vida “.
“Me di cuenta de que, aunque era el período más oscuro de mi vida, si no hubiera luchado y superado los siete años de un trastorno alimentario y una depresión severa, no estaría aquí ahora sonriendo tan apreciativamente a la puesta de sol en mi ventana.”
“A las 8 de la mañana. Esta mañana, después de casi cuatro meses de vegetacion en su cama de hospital, le quitamos a mi madre el soporte vital. Y su corazón seguía latiendo por sí solo. Y ella siguió respirando por su cuenta. Luego, esta noche, cuando le apreté la mano tres veces, ella la apretó tres veces “.
“Esta tarde, a la edad de 70 años, me gradué de la Universidad de Carolina del Norte con una licenciatura en negocios. He sido un exitoso dueño de un negocio la mayor parte de mi vida, pero decidí obtener mi título para cumplir una promesa que le hice a mi madre antes de que perdiera su batalla contra el cáncer en mi 20 cumpleaños, hace 50 años “.
“Anoche, en la víspera de Navidad, había una familia de seis personas alojada en nuestro hotel. Estaban en el vestíbulo junto a la chimenea, compartiendo historias, riendo y turnándose para leer extractos de su libro. Les pregunté de dónde eran. “Oh, somos de aquí”, dijo el padre. “Nuestra casa se incendió ayer, pero milagrosamente, todos salimos a salvo. Y eso hace que sea una muy feliz Navidad “.

Una razón para tiempos difíciles

Las historias anteriores obviamente contienen muchas lecciones, pero una lección que comparten colectivamente es el hecho de que los tiempos difíciles no solo rompen a una persona, también pueden fortalecerte.

Los tiempos difíciles son como fuertes tormentas que soplan contra tu cuerpo y tu mente. Y no solo es que estas tormentas te detengan en tu camino.

También te destrozan, excepto de las partes esenciales de ti que no pueden ser arrancadas, para que luego te veas a ti mismo como realmente eres en el presente, sin los accesorios y muletas innecesarias a los que te has aferrado.

Estás aquí para soportar estas tormentas, para arriesgar tu corazón… para ser puesto a prueba por la vida. Y cuando suceda, que te hieren, te traicionan o te rechacen, siéntate tranquilamente con los ojos cerrados y recuerda todos los buenos momentos que has pasado, toda la dulzura que has vivido y todo lo que aprendiste.

Dite hacia dentro lo asombroso que ha sido el viaje y luego recuérdate que el dolor es una parte necesaria de todo.

En todas las estaciones de la vida tu objetivo no debería ser buscar una existencia perfecta y sin dolor. Si no vivir una vida imperfecta y a veces dolorosa, pero con un gran asombro.

Levantarte cada mañana y echar un buen vistazo alrededor de una manera que no das nada por sentado. Dar gracias porque tienes un cuerpo sano, cuando hay otros postrados en una cama. Dar gracias porque tienes mucho más que la mitad de la poblacion global.

Todo es extraordinario por derecho propio. Cada día es un regalo.

Asi que nunca trates la vida casualmente.

Y recuerda, ser consciente es asombrarse en todos los sentidos, incluso cuando las cosas no salen a TU manera.

Rebotar, y siempre volver con mejor aptitud y mayor fortaleza.