Primera cita, la medida en que sus impresiones cambian sobre la mente del otro, asegurará el éxito de su cita. Apostamos por nuestras inseguridades, nuestras reservas y por nosotros mismos para encontrar a alguien con quien podamos compartir todo esto. En las citas, nos confiamos a los demás, no del todo, pero tratamos de llevarnos bien porque puede ser la base de nuestro futuro.
Aquí Hay Ideas Para Cartas Abiertas Cuando Sea El Aniversario De Nuestra Primera Cita
Cartas Para Novia
-Te veías tan hermosa, magnífica y perfecta con ese vestido de seda en nuestra primera cita; bastaba una sola mirada para robarme el corazón. Y lo hiciste tan perfectamente como parecías; tu sola presencia se apoderó de todos mis nervios y preocupaciones. Tu cara era todo lo que quería mirar por el resto de la noche; así de hermosa te veías.
-No sabía cómo abrirme a ti, pero el primer pensamiento que tuve cuando nos encontramos en nuestra primera cita fue que estaba agradecido contigo por estar ahí conmigo. Parecías ser muy diferente a mí, pero tu presencia allí sola fue suficiente para calmar mi corazón.
-Estaba agradecida de estar con alguien cuyo carácter era lo suficientemente fuerte como para alejar mi negatividad y ayudarme.
-De seguro recuerdo el beso con el que terminó nuestra cita, fue el primer beso que tuve, y fue nada menos que digno de desmayo. Ese tacto suave de tus labios está grabado en mi corazón; es y seguirá siendo siempre un recuerdo inolvidable. Ese beso fue solo el comienzo para nosotros; me pregunto cuando miro hacia atrás y veo lo lejos que hemos llegado.
-Te conocía desde hace años, pero no sabía que una sola cita cambiaría por completo mi punto de vista al mirarte.
-Eras mi mejor amigo, nunca te miré como alguien del sexo opuesto, pero una sola cita fue todo lo que necesité.
-Parecías tan hermosa, alguien que realmente podía entenderme, que me conocía; Fue tan fácil enamorarme de ti.
-La primera vez que hablamos sobre nuestra primera cita, fue tan memorable, tal vez debería decir que nos comunicamos por primera vez allí. Expresamos nuestros sentimientos honestos, compartimos nuestras visiones y hechos; fue el comienzo más interesante que una pareja podría aspirar a tener.
-No fuimos tan torpes como supusimos que seríamos; al final, resultó estar bien, quizás mucho mejor de lo que esperábamos.
-Nos habíamos visto una sola vez, pero no deseaba nada más que verte una y otra vez, como nuestra primera cita. Resultamos tan compatibles como si estuviéramos hechos el uno para el otro, nos abrimos el uno al otro, te conté mis secretos, así de confiable te encontré. Si eres tú, me gustaría confiar en ti por el resto de mi vida.
-Recuerdo perfectamente todo sobre nuestra primera cita, el nerviosismo en tu rostro, el dulce aroma del café; era todo tan intrigante. Parecía perfecto, tú, nuestra cita, el lugar donde nos conocimos, todo fue perfecto ese día, o simplemente todo se volvió perfecto cuando llegaste allí.
-Todo ese día fue tan bueno que quise tener una segunda cita contigo, y una tercera, y mucho más.
Cartas Para Novio
-Nuestra primera cita fue especial, empezamos torpemente, pero resultó ser mucho más emocionante de lo que había previsto. Nuestro encuentro fue tan perfecto que sentí como si me estuvieras completando; Supe a primera vista que eras alguien en quien podía confiar.
-Fue un comienzo nervioso para mí; No salí mucho, pero me encontraste una pareja adecuada para ti, y eso me hizo más feliz que cualquier otra cosa.
-Mis amigos decían que lo peor que puede hacer una persona en una primera cita es un beso. En cambio, lo hiciste mucho más agradable para mí. Fue una cita a ciegas, no tenía idea de qué tipo de persona resultaría ser el otro, pero eras mucho más de lo que esperaba.
-Eras mucho mejor que solo bueno o normal; estuviste perfecto, fuiste asertivo en nuestras conversaciones y no dudaste en llenar el silencio.
-Luchamos por encontrar lo que queremos para nosotros mismos, lo que queremos hacer en el futuro y con qué tipo de personas queremos asociarnos, pero fuiste una elección fácil y la mejor que he hecho.
-Cumpliste todas mis expectativas, en cierto modo, eras perfecto, alguien en quien podía confiar incluso en los momentos más oscuros. No peleamos, hablamos en un sentido real, llegamos a conocernos, confiamos el uno en el otro en nuestra primera cita, y en eso se basa nuestra relación.
-Me imaginé la primera cita como una entrevista de trabajo, llena de estrés, presión y tensión, pero la nuestra fue muy diferente a eso. No imaginé que fuera muy diferente a la conversación entre una pareja divorciada, llena de discusiones o impresiones equivocadas. Pero, no fue nada de eso, diría que fue mucho mejor que la media, y por eso nos volvimos a encontrar y nos convertimos en nosotros.
-Lo primero que sentí en nuestra primera cita cuando te vi fue un alivio, pues estabas igual de nervioso que yo ese día; te hizo parecer bastante lindo. Tu nerviosismo me dio mucho más coraje en comparación con mi fortaleza mental, y esa expresión en ti te hizo ver tan adorable y digno de confianza.
-La cena romántica que compartimos en nuestra primera cita fue exquisita; No esperaba que fuera así. En resumen, ni siquiera esperaba que nuestra cita funcionara, y pensé que terminaría con una discusión o con algún momento incómodo. A pesar de todo, salió bien, y decidimos ir a una segunda cita, y aquí estamos ahora, en el aniversario del día que fuimos a nuestra primera cita.
-Recuerdo que no nos habíamos besado al final de nuestra primera cita, solo nos tomamos de la mano, pero sentí que era todo lo que había deseado. Tu mano en la mía me dio más consuelo que cualquier beso podría haber dado; Sentí que alguien me apoyaba como si hubiera alguien que se quedaría a mi lado incluso en el peor de los casos.
Cartas Para Esposo
-Estaba nervioso en nuestra primera cita, especialmente cuando sacaste tu teléfono en medio de ella, y no pude evitar tener dudas. Se sentía aburrido, lo soy un poco, pero eso fue simplemente desalentador, y casi me asusté con ese teléfono en ese momento. Pero muy pronto, lo guardaste, te enfocaste en mí, me hiciste sentir especial, pero aun así, por mucho que ame tus llamadas telefónicas, odio tu teléfono.
-La forma en que hablaste fue muy especial para mí; me hiciste preguntas pero no tan personales que tuve que dudar al responderlas. Simplemente mantuvo la atmósfera que nos rodeaba fluyendo; no estábamos ansiosos por deshacernos el uno del otro. En cambio, nos encontramos más interesantes y nos volvimos a encontrar.
-Me mantuviste intrigado durante toda nuestra cita, y después de eso, has hecho que mi vida sea más placentera y cómoda de lo que podría haber sido.
-Parecías tan perfecto cuando nos conocimos; eras hermoso, inteligente, sociable, y me preguntaba cuál podría ser el truco, y hasta hoy nunca he encontrado uno. Eras como el epítome de la perfección; sabías exactamente qué decir cuando no teníamos nada de qué hablar; también eres bueno para completar las diferencias que hay entre nosotros.
-Traté de buscar tus defectos en nuestro primer desafío; era innecesario, pero aun así lo hice, y eso solo te hizo más perfecto; me hizo amarte aún más.
-En la primera cita, estoy seguro de que habrías sentido que ambos nos estábamos esforzando demasiado, mucho más de lo que se necesitaba. Por supuesto, se supone que es íntimo, pero nos estábamos entregando demasiado a las informalidades; Sentí que no encajamos bien, oh, qué equivocado estaba. Cuando nos miro ahora, parece que estamos bien, como parejas normales, tal vez un poco demasiado íntimas.
-Soy muy consciente de la amabilidad y el acto de cortesía que mostraste en nuestra primera cita; fue tan caballeroso de tu parte. Me dejaste tomar la iniciativa incluso cuando querías ser el que iniciara algo; no te irritaste conmigo en ese momento; soltaste tu tensión y comenzaste a confiar en mí y en mi juicio.
-Estaba nervioso en nuestra primera cita, o más exactamente, solo tenía miedo; Solo quería saber si valías una segunda cita, y lo valías. No me decepcionaste ni en lo más mínimo; Trabajaste a la altura de mis expectativas e incluso más que eso.
-Intercambiamos más que solo palabras en nuestra primera cita, compartimos nuestros sueños, nuestras creencias, nuestras visiones, y me hizo sentir que siempre podría confiar en ti sin importar nada.
-Realmente nos abrimos el uno al otro y nos comunicamos en el verdadero sentido de las palabras. A partir de ese momento, empezamos a confiar el uno en el otro; amábamos y nos amaban a cambio.
Cartas Para Esposa
-Recuerdo exactamente lo que había pasado en nuestra primera cita; Lo recuerdo de principio a fin, porque esa fue la única cita que he tenido. La ansiedad, la incomodidad, el miedo que sentí ese día, lo recuerdo todo, y también recuerdo que todo se fue cuando entraste en mi vida. Hiciste florecer mi vida; Me hiciste feliz.
-No me creerías la cantidad de coraje que me ha costado llamar a la puerta de tu casa. Era mi primera cita, no sabía exactamente de qué hablar contigo, no sabía lo que te gustaba, pero una sola mirada hacia ti fue suficiente para alejar todas esas preocupaciones.
-Todo el trabajo duro que tuve que hacer para armarme de valor acaba de dar sus frutos, y pude verte; Tengo que estar contigo.
-Nuestra primera cita se sintió más como una audición; nos cuestionábamos, respondíamos y nos juzgaban, pero al final resultó estar bien. Nos cuestionamos unos a otros, pero no las elecciones que hicimos; respondimos pero no nos hicimos daño. Nosotros, en cierto modo, fuimos perfectos, más o menos algunos problemas que siempre se pueden resolver.
-Nuestra primera cita, te esforzaste mucho en ocultar tus defectos, pero cuando nos abrimos, tus defectos me parecieron más hermosos que cualquier otra cosa. Encontré belleza en tus errores, gracia en tus defectos, fuerza en tu debilidad, y eso fue esclarecedor para mí. Llegué a saber que yo también podía ser tan fuerte como tú, y tú me hiciste fuerte y mucho más que eso.
-Aún llevo con orgullo la sonrisa que me regalaste en nuestra primera cita. Me haces feliz mucho más de lo que probablemente merezco; me ayudaste a levantarme cuando me caí, me motivaste, me enseñaste a trabajar duro y a sonreír en los peores momentos. La sonrisa que me diste cuando nos conocimos en nuestra primera cita es lo que hace que mi vida valga la pena.
-Me llenaba de alegría cada vez que veía sonrojarse en tus mejillas cada vez que hablaba, me hacía sentir que me entendías de verdad, y eso fue lo que me hizo creer en nosotros.
-En el momento en que te vi, solo quería estar solo contigo y con nadie más; Quería crear recuerdos contigo; Era como un cuento de hadas. Ese momento se volvió especial para mí, y de hecho es más memorable que cualquier otro recuerdo que haya tenido. Y haces que todo valga la pena.