50 Oraciones Edificantes Por La Paz

Nuestra vida a menudo nos presenta situaciones donde solo hay conflicto y confusión. Cuando se sienta que no hay manera de salir de esto, nuestro Señor nos ayudará. Él le dará a nuestra mente y corazón la paz que está buscando si le oramos genuinamente.

Aquí Hay Oraciones Edificantes Por La Paz

-Señor, pongo la carga en tus manos porque es demasiado pesada para mí. Te rezo hoy porque creo que estas oraciones me llevarán a ti para que pueda esperar recibir tu ayuda. Saber que me guiarás me da paz.

-Oh buen Padre, te pido hoy que me cuides para que pueda ser humilde mientras me inclino ante ti. Me has habilitado con todos los poderes. Te pido que me des la fuerza práctica e intelectual para abordar los asuntos con lógica y resolverlos de manera eficiente.

-Querido Dios, tú lo sabes todo en este mundo. Somos tus hijos, y tú estás muy al tanto de todo lo que ha estado pasando en nuestras vidas. Soy demasiado ingenuo para comprender tu obra, y te pido que brilles sobre mi alma y me bendigas.

-Querido Padre, tú eres el Santo Creador de este mundo, y mi conocimiento es demasiado limitado para comprender lo que pretendes hacer con nosotros. Quiero que me reveles tu verdadero yo para que pueda seguirte más de cerca y considerarme digno de tu amor.

-Bendito Señor, sin tu divina comprensión nunca podremos acercarnos a tus revelaciones. Esto me trae malestar, y por eso te ruego que nos des tu gracia y misericordia para que podamos comprenderte mejor, y esto traiga paz a nuestro corazón y alma afligidos.

-Oh Buen Dios, puedo entender que este aspecto particular de mi vida está más allá de mi comprensión, y por eso me preocupa tanto. Te ruego que me des aguante. Hazme paciente para que no me irrite con estas cosas y déjame seguir intentándolo continuamente. 

-Querido Padre Celestial, estoy muy agradecido contigo porque me instruiste y me mostraste el camino que debo seguir para alcanzar la salvación. Tu presencia me da paz y tu consejo sobre mi vida me da confianza en mí mismo. Eres el mejor maestro que podría haber pedido.

-Señor Todopoderoso, espero que seas siempre el único guía de mi vida, y no tengo que seguir a nadie más que a ti. Tus Santas palabras nunca pueden estar equivocadas, y funcionan como magia en todos los aspectos de mi vida. Ruego a tu Espíritu que esté conmigo.

-Oh Dios, que seas tú la única fuente de paciencia y sabiduría porque ningún hombre en la Tierra podrá darme el conocimiento que tú puedes. El hombre nunca podrá comprender las cosas como tú, y por eso en mis días de angustia te busco.

-Buen Padre, hay días en que me siento demasiado adecuado, y creo que todo lo que hago está bien. Evita que haga eso y permíteme confiar cada asunto en tus poderosas manos. Te ruego que peses mi alma, te des cuenta de mis intenciones y trabajes en ello tú mismo.

-Oh Buen Señor, nunca permitas que mi ser mortal sea la guía de mis caminos interiores. Preferiría ser guiado por tu Espíritu Santo que siempre es perfecto y será mejor que cualquier otra cosa. Permíteme ser un oyente obediente para ti y tus Santas palabras.

-Querido padre, bendíceme para que pueda ser una persona sensata que pueda confiar en todo lo que me digas o me pidas que haga. Permíteme escuchar tus mandamientos y llevarlos a cabo en mi vida práctica. Con tu conocimiento en mí, siempre sabré qué hacer o decir.

-Oh Señor, quiero llevar una vida rodeada de ti. Ayúdame a llevar mi vida como una persona verdaderamente justa, de la manera que tú hubieras querido que lo hiciera. Apartadme del resto del mundo, donde no hay paz y sólo caos.

-Oh Buen Dios, eres hermoso y magnífico en todos los sentidos. Ruego a tu Espíritu que me permitas fijar mi visión en las cosas que tienen profundidad, y no sólo en las superficiales. Bendice mis sentidos para que puedan sentir todo en tu presencia y gracia dichosa.

-Padre Amado, ayúdame a concentrarme más en las cosas eternas de la vida. Mantener nuestra mente y corazón en las cosas temporales nos quita la paz y crea una carga en nuestros pensamientos. Ayúdame a operar mi vida en un terreno más amplio para que pueda percibir lo que es eterno.

-Buen Señor, bendíceme para que siempre pueda concentrarme en ti para conseguir cobijo. Tú eres la fuente de nuestra eterna alegría y paz, y nada está separado de tu poderoso Ser. Nunca te desvaneces de nuestras vidas, y nunca cambias tu enfoque o comportamiento hacia nosotros. 

-Oh Padre, no importa lo que planee en mi mente, te ruego que hagas fructíferos tus propósitos en mi vida. Incluso si me equivoco, tú nunca puedes estar equivocado. Tu propósito será mi objetivo, y me traerá felicidad y paz, justo lo que quiero.

-Amado Dios, afirmo que tu Voluntad es todo lo que se hace en la vida. Lo que sea que me haya pasado, lo consideraré como tu deseo para mí. Así que haz que me sucedan todas las cosas buenas. Llévate todas las cosas que dañan mi paz interior y me ponen ansioso.

-Santo Padre Todopoderoso, te ruego que mis acciones estén alineadas a tu santa Voluntad. Ayúdame a comprender tu propósito de enviarme a tu bendita Tierra y déjame trabajar para cumplirlo. Nunca dejes que me desvíe de él. Recuérdamelo cada vez que lo olvide.

-Buen Señor, te pido hoy que vigiles mis deseos e identifiques los que arruinan mi paz. Erradícalos de mi vida, y déjame permanecer alineado a tu amor. Mi estilo de vida no debe entrar en conflicto conmigo, y debería poder tener control sobre las tentaciones.

-Amado Dios, no encuentro a nadie más que tenga la gracia y la gloria de tu Santo Ser. Entonces, te ruego que me bendigas con un espíritu elevado que esté lleno de valor y sabiduría. Que mi alma no se inquiete por asuntos que no importan en la vida.

-Buen Padre Amable, mantenme cerca de ti para que pueda descansar en paz sin nada que temer en mi corazón. Dame tu conocimiento divino, y déjame caminar en tu presencia y ser un instrumento para hacer tu obra. Bendíceme con todas las buenas virtudes que hay.

-Oh Señor, guíame bien para que pueda tomar todo lo bueno y sabio y rechazar todo lo malo e injusto de mi vida. Siempre creo que si puedo llevar una vida llena de verdad y disciplina, nada podrá quitarme la paz jamás.

-Santísimo Padre, te pido discernimiento y consentimiento en cada decisión que tomo. Acompáñame cuando decida algo y acéptalo sólo cuando creas que está corrigiendo tus ojos rectos. Seguiré cada palabra que digas porque sé que eres justo.

-Dios, tus caminos siempre estarán en una posición más alta que los míos. Nunca puedo pensar como tú piensas, así que confío en ti más que en nadie más en mi vida. Te ruego que tus pensamientos se reflejen en los míos para que mis procesos de pensamiento se desarrollen.

-Amado Padre, admito que a menudo puedo ser inmaduro e irrazonable. Carezco del sentido de la responsabilidad que esperas de mí, y me parte el corazón aceptar que te he fallado. Perdóname, oh Señor, y ayúdame a volver al camino correcto.

-Oh Fiel Señor, has respondido a mis oraciones y puesto tu paz dentro de mí. Esto es poderoso y actúa como un escudo protector para mi Espíritu. Le estoy muy agradecido por ayudarme, y le expreso mi amor y respeto agradeciéndole inmensamente.

-Querido Buen Dios, te encuentro de pie como guardia para que ningún poder maligno pueda arruinar la paz que has esparcido en ella. Mi corazón está en calma, y ​​finalmente tengo claridad de mente. Sé que esta es toda tu obra, y doy gloria a tu nombre.

-Oh Padre, estoy tan agradecido de darme cuenta de que mi vida está controlada por ti, y dominas cómo pienso o actúo. Elijo esta paz dada por ti que se eleva sobre mí y conquista mi espíritu. Contigo a mi lado, ninguna negatividad puede colarse en mi alma