Después de un largo día de arduo trabajo y estar afuera, todos queremos volver a nuestra casa y dormir bien por la noche. Antes de acostarnos, debemos orar a nuestro Señor para que nos cuide mientras descansamos y nos bendiga con dulces sueños.
Aquí Hay Oraciones Edificantes Para Tener Dulces Sueños
-Oh Señor, te rogamos que nos bendigas con un buen descanso para la noche. Por favor, asegúrese de que podamos dormir bien. Reflexionemos sobre las cosas buenas que nos sucedieron a lo largo del día para poder irnos a la cama con el corazón contento.
-Querido Todopoderoso, me acuesto sabiendo que nos amas constantemente, y que sabes lo que nos conviene y lo que no. Coloquemos nuestros cuerpos sobre nuestras camas con la seguridad de que estás de pie sobre nuestras cabezas y nos observas incluso cuando no estamos despiertos.
-Oh Padre Amado, a lo largo del día he tenido la suerte de recibir tu ayuda y motivación en varios aspectos de mi vida cotidiana. Mientras me voy a descansar, te agradezco por estar siempre ahí para ayudarme y protegerme de todo tipo de peligro que ha venido.
-Gran Dios, antes de irme a dormir esta noche, te agradezco por siempre brindarme fuerza y entusiasmo y decirme que cuando tengo fe en tu Espíritu Santo, ninguna tarea difícil puede ser inalcanzable. No hay nada llamado imposible, y la fe nos protegerá en todos los aspectos.
-Oh Santo Protector, mientras me acuesto, te pido que cuides mi casa y los miembros de mi familia. Durmamos en paz sabiendo que tu graciosa protección vela por nosotros constantemente y no tenemos nada que temer. Gracias por ser nuestra mayor fuente de coraje sin fin.
-Querido Padre, te rogamos que nos mantengas a salvo durante toda la noche. Que ninguna fuerza negativa pueda entrar en nuestros sueños y perturbar nuestro apacible descanso. Queremos que nos envíes a tus ángeles de la guarda para que puedan protegernos y mantenernos felices y en paz.
-Oh Amado Maestro Celestial, mientras repaso tus Santos Mandamientos, encuentro que has prometido cuidar de cada niño bendito en todo momento, sin importar si es de día o de noche, o si están dormidos o despiertos. Te agradezco inmensamente por cumplir siempre tu promesa.
-Salvador Amado, gracias por ser nuestro líder y guiarnos por el camino correcto. Gracias por protegernos de todos los peligros y darnos el descanso que merecemos después de un día de arduo trabajo. Bendícenos para que podamos estar agradecidos de recibir este descanso de ti.
-Bendito Padre, cuando cierro los ojos y me quedo dormido, encuentro mi corazón consolado por ti. Me hace sentir orgulloso y honrado pensar que estoy siendo nutrido constantemente por tu amor agraciado. Tratas a cada niño de manera especial y los haces sentir cómodos.
-Oh Santo Todopoderoso, antes de irme a la cama esta noche, me doy cuenta de que mi corazón está preocupado por alguna razón. Temo que me atormenten los malos sueños durante toda la noche y me siento ansioso. Te ruego que vengas a mí y me consueles en la angustia.
-Querido Buen Dios, antes de acostarme, soy amado y consolado por mis seres queridos, mi padre, mi madre y mis hermanos. Me desean buenas noches y rezan por mí para que pueda tener dulces sueños. Los miro como tus mensajeros, y mi corazón palpita de gratitud.
-Amado Señor, para una buena noche de sueño y dulces sueños, te ruego que me permitas centrarme en los santos Mandamientos de las Escrituras. Seguir tu Palabra me hace sentir más cerca de ti, y esto da gracia y paz a mi corazón. Gracias por ser un salvavidas.
-Oh Gran Creador, me voy a la cama con mucha esperanza y motivación para el mañana. Siento la certeza de que ha creado muchas posibilidades para mí en el futuro, y debo darle un descanso adecuado a mi cuerpo y mente antes de prepararme para trabajar para poder lograr esas metas.
-Bendito Protector, gracias por equiparme constantemente con tu divina sabiduría e intelecto que me ha ayudado a pensar y actuar con una perspectiva fresca y más brillante. He crecido como individuo a lo largo de los años y dirijo cada nuevo día con un vigor renovado y una mente renovada.
-Querido Santo Padre, tu Santa Palabra habla de la importancia de la comunidad y de cómo el bienestar de uno depende del de todos. Entonces, antes de irme a dormir, te pido por todas las demás personas que viven en este mundo. Bendícelos a todos con una buena noche de sueño.
-Señor Amado, te ruego que también estés presente en mis sueños para que pueda estar seguro de que nunca nada ni mala suerte me puede pasar. Gracias por hacernos saber siempre que existe un plan de Dios para todo, y solo necesitamos confiar en ti.
-Oh Maestro Celestial, ven a nosotros para que podamos despertar en la mañana con tu Espíritu Santo floreciendo en nuestras almas. Que haya paz en nuestros corazones y una amplia sonrisa en nuestros rostros que nos recuerde que nuestros sueños también han sido bendecidos por tu graciosa compasión.
-Amable Dios, te rogamos que bendigas nuestros sueños con tu energía divina para que podamos despertar a una nueva mañana con tu propósito en nuestros corazones y la fuerza y motivación en nuestras mentes y corazones para trabajar duro para que podamos cumplir ese propósito
-Precioso Ser, tengo confianza en el mañana. Sé que cuando me despierte mañana, hay esperanza y luz, y has llenado mi corazón con el coraje y la honestidad que necesito para seguir adelante en la vida. Gracias por equipar mi ser físico y espiritual con tu amor.
-Señor Jehová, al terminar nuestras actividades para el día y la tarde, te rogamos que estés presente en nuestra casa para que se cree un ambiente de paz y consuelo a nuestro alrededor que nos haga más conscientes de tu divina presencia y Cerca de tí.
-Padre Amado, quiero tu constante seguridad y guía sobre mi hogar aun cuando es de noche. Que ningún enemigo físico o mental pueda leer en nuestras vidas en la oscuridad de la noche y perturbar la paz mental dada por ti que nos ha dado dicha y consuelo.
-Buen maestro amable, gracias por borrar todos nuestros problemas y ansiedades para que podamos dormir en paz por la noche. Nunca nadie ha estado más preocupado por nuestro bienestar, y ustedes siempre han trabajado arduamente para mantenernos felices y seguros. Gracias por ser siempre tan graciosamente fiel.
-Oh buen Dios, nunca podremos tener paz mientras dormimos si nuestras mentes están llenas de preocupaciones y dudas innecesarias. Oramos a tu poderoso Espíritu Santo para que purifique nuestras mentes y corazones para que solo podamos tener pensamientos consecutivos que nos ayuden a tener un mañana mejor.
-Oh Espíritu Santo, nuestros sueños serán dulces porque han sido tocados por tu magnífico Ser que siempre nos ha dado todas las cosas buenas de nuestra vida y nunca dejo que ninguna negatividad me toque. Gracias por proteger siempre nuestras almas contra cualquier forma de dolor o tristeza.
-Precioso Gran Señor, he tenido un día difícil hoy, pero nunca lo dejo pasar sin luchar. Estoy tan contenta de que el día haya terminado, y he tenido éxito en mis esfuerzos. Ahora, mientras me voy a dormir, deseo tener muy buenos sueños.
-Gracioso Protector, mientras me acuesto en la cama, esperando que el sueño traiga la paz a mi mente y corazón, pienso en tu Espíritu Santo. Medito en tu imagen divina, y ella consuela mi corazón atribulado. Cuando esté dormido, todavía estaré pensando en ti en mis sueños.
-Amado Padre, a pesar de que las dificultades del día me han llevado a la frustración y la ansiedad y he tenido una experiencia bastante devastadora durante el día, invoco tu poderosa paz ahora y te pido que consueles mi corazón con tu calmante presencia divina en mi alma bendita.
-Gran Deidad celestial, mientras duermo, también te pido que cuides de mis seres queridos, cercanos y lejanos. Permíteme descansar con la seguridad en mi corazón de que mis seres queridos están a salvo y que tus ángeles también están velando por su bienestar a través de tu Espíritu Santo vigilante.
-Santísimo Padre, gracias por traerme dulces sueños en los que puedo ver tus hermosos ángeles y otras magníficas creaciones de tu hermoso mundo que me dan alegría y me instan a vivir esta vida plenamente y disfrutar de cada bendición que he tenido la suerte de recibir. cada día.