Llevar una vida dichosa y libre de preocupaciones es muy difícil. Las ansiedades son una parte común de nuestras vidas, y nunca podemos escapar de ellas. Pero, siempre podemos orar al Señor para que nos mantenga a salvo de todas las cosas que nos arrebatan el consuelo.
Aquí Hay Oraciones Edificantes Para El Consuelo
-Oh Amado Señor, te agradezco por darnos una vida hermosa y próspera. Nos has colmado abundantemente con tu infinita misericordia, que es muy valiosa para nosotros. Hoy te rogamos por nuestro consuelo, el de nuestro cuerpo, alma y espíritu. Cuídanos, por favor.
-Amado Padre, siempre te estamos agradecidos por ser tan fiel a nosotros y atender todas nuestras necesidades, incluso si a veces no te somos fieles. Te rogamos que consueles nuestras almas profundamente heridas y nos ayudes a superar el estrés y el dolor.
-Buen Dios, erradica de nuestra vida todo lo que nos causa tristeza o malestar. Sé nuestro guía a lo largo de nuestra vida y mantennos alejados de todos los problemas sin precedentes. Ayúdanos para que podamos hacer las paces incluso con nuestros enemigos. Hacemos un llamado a tu paz dentro de nosotros.
-Querido Dios, te pido que nos des tu consuelo en todos los ámbitos de nuestras vidas, ya sea en el hogar, el trabajo o nuestras comunicaciones. No importa lo que pongamos en nuestras manos, debemos tener tu paz como parte de ello en todo momento. Alabamos tu gracia.
-Oh Padre, te necesitamos en cada segundo de nuestra vida. Oh, hoy, te rogamos que envíes a tus ángeles de la guarda para cuidar de nuestra comodidad cuando salgamos de la casa hasta que regresemos a casa. Sólo su seguridad puede asegurarnos de que no hay peligro.
-Señor Todopoderoso, estamos en un punto de nuestras vidas donde solo tu verdad eterna y Santa puede consolar nuestros corazones y almas y evitar que sean descarriados o heridos. Nuestras mentes están perturbadas y estamos inquietos. Por favor, ayúdanos con tu infinita misericordia y amor, Padre.
-Querido Dios, cuando nos despertamos en medio de la noche y nos comportamos inquietos, es porque la espiral de pensamientos inquietantes en nuestra mente continúa abrumándonos. Nuestras necesidades nos presionan y no podemos encontrar salida. Ayúdanos a superar estos problemas.
-Bendito Señor, hoy invocamos a tu Poderoso Espíritu para que venga a nosotros con todo su poder y nos rodee para siempre. Recuérdanos que somos tus hijos benditos, amados y sanados constantemente por ti. Nada puede quitarnos tu gracia, y continúa enriqueciendo nuestras almas.
-Dios Todopoderoso, muchas gracias por liberarnos de toda atadura en nuestra vida que nos quita la paz y el consuelo. Somos muy bendecidos de saber en nuestros corazones que eres más grande y más magnífico que cualquier otra cosa que hayamos encontrado o que hagamos más adelante.
-Oh Padre Amado, te presentamos todas nuestras cargas, y confiamos en ti para que las cuides. Esto no solo nos alivió del peso insoportable, sino que también nos hizo saber que estamos en buenas manos que saben cómo lidiar con problemas difíciles mejor que nosotros.
-Dios, mi corazón está tranquilo, ahora que te he derramado todos mis miedos y preocupaciones. Invoco tus promesas que dicen que nos cuidarás y nos protegerás. Bendícenos con tu Espíritu de paz y danos la fuerza para llevar una vida mejor.
-Amado Señor, bendice mi alma para que siempre pueda estar en paz. La calma en mi corazón es una bendición tuya, y sobrepasa todo entendimiento del mundo. Me ayuda a brillar como una luz brillante sobre todos los demás para que puedan sentirte en mí.
-Buen Dios, permíteme ser una fuente de inspiración para otras personas y difundir el mensaje de que uno puede llevar una vida feliz y cómoda solo cuando busca tu Espíritu Santo dentro de su Alma y sigue estrictamente tus Palabras. Permíteme ser una encarnación de tu fuerza.
-Señor Celestial, hay momentos en que se siente como un campo de batalla dentro de mi Alma. Es como si hubiera una tormenta, pero no tiene fin. Dame la fuerza para aferrarme con fuerza a estos pensamientos que parecen volar fuera de mi control todo el tiempo.
-Buen Señor, solo la confusión y el malestar reinan en mi corazón, y esto me ha robado la alegría y la paz innatas que tú me diste. Te ruego que me devuelvas esa paz en lo profundo de mi alma que permanece conmigo para siempre y me da confianza para pelear batallas.
-Amado Dios, te pido que calmes mi Espíritu que en este momento está muy ansioso. Mi mente se cierne constantemente sobre los “qué pasaría si” de mi vida, y la tensión crece dentro de mí. Sigo preocupándome, aunque sé que hacerlo no tiene sentido porque estás ahí para nosotros.
-Padre, sé que si quiero paz y consuelo dentro de mi Espíritu, necesito mantener una confianza incuestionable en ti y en tu alma poderosa. Si no tengo fe en mi corazón, el miedo y la indecisión se apoderarán de mí, y nunca podré salir de ella.
-Querido buen Dios, pongo mi vida en tus poderosas manos y te pido que tomes el control. Quiero salirme del ajetreado horario diario de la vida y pasar más tiempo rezándote en soledad. Dale margen a mis pensamientos y entrégate a mí.
-Dios Todopoderoso, con nuestro poder y paciencia limitados, sería imposible para nosotros controlar a las personas o eventos en nuestra vida. Todo es impredecible, y esa es la belleza de esta vida. Puedo estar seguro de una vida cómoda cuando te entrego todo en la vida.
-Amado Señor, te expreso mi gratitud por todo lo bueno con lo que me has bendecido y todos los dones que has derramado sobre mi vida. Me habías perdonado mis errores, incluso en los momentos en que no me lo merecía. Tu presencia constante en la vida es mi consuelo.
-Todopoderoso Buen padre, aun desde las circunstancias más graves de mi vida, eres tú quien logra sacar a relucir las cosas positivas. Todo lo que necesito es dejar ir la situación y creer en ti para resolverla. En lugar de preocuparme, debo rezarte y darte las gracias.
-Querido Señor Amado, cada vez que estoy en problemas, y siento que el estrés me domina, voy a ti y me inclino ante tu Espíritu Santo en oración, pidiendo ayuda. Me habías consolado cuando tenía mucho miedo, y me has impedido comportarme de manera irritable con otras personas.
-Señor celestial, en cada asunto de mi vida que trae estrés e incomodidad, te ruego que no solo me des paz, sino que vengas a mí como la imagen de la paz misma. Es tu presencia serena la que nos motivó a moldear nuestros corazones positivamente con tus bendiciones.
-Padre, por comodidad, me acerco a ti. Trato de sentir tu presencia dentro de mi Alma ya mi alrededor a través de la oración, leyendo las Sagradas Escrituras. Permíteme prepararme para que pueda trabajar en tu nombre y relevar a alguien más cuando esté pidiendo consuelo.
-Querido Dios, cada vez que me he centrado demasiado en algo que me preocupa, se ha metido en mis pensamientos y solo ha dado lugar a emociones negativas. Entonces, te pido que pueda apartar mi mente de estas cosas innecesarias y ponerlas en ti.
-Oh Dios mío, de repente me siento muy solo en estos tiempos difíciles, y no creo que sea capaz de manejar la situación por mí mismo. Entonces, busco que tomes mi mano y estés conmigo mientras trato de atravesar la tormenta. Camina a mi lado.
-Oh Señor Todopoderoso, oro por tu sabiduría innata que es tan tranquilizadora para nuestros espíritus ingenuos. Ayude a cualquier otra persona que esté pasando por una fase igualmente difícil y a mí. Gracias por permitirme tener fe en ti, tanto en las buenas como en las malas de mi vida.
-Padre bueno, parece que hace siglos que espero que tu gracia brille sobre mi alma preocupada. Honestamente, estoy cansado de esperarte. Entonces, hoy te pido sinceramente que escuches mis oraciones y me respondas para que pueda usar tu consejo.
-Oh Dios, bendíceme mientras trato de vivir una vida en la que tú reinas supremamente y te sigo obedientemente. Ayúdame a ser un instrumento de tu consuelo y a aprender a difundir tu amor y apoyo incondicional a los demás. Hoy entrego mi fuerte voluntad a tu Espíritu Santo.